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LUKE nº 169 Febrero 2016

Txus Velasco

Pensabruptos

pensabruptos

Fotografía: ardiluzu

104. La ingenuidad mató al pato del dibujo; y la codicia, al cerdo de la viñeta. Cierto que quedan superhéroes con capa de fantasía y botas plateadas que vuelan por las galaxias. Pero mi tiempo es una inmensa escombrera donde agoniza la cochambre que fue rutilante novedad. Todo está pensado, fabricado, vendido y consumido. Nos queda rellenar los domingos al mediodía el depósito del coche y echar siestas largas por la tarde. A veces releer un clásico. Y ahorrar.


97. Todo es estrambótico. El ruido de los móviles en las amargas salas de espera, el gruñido de las voces en cualquier lugar público, la vulgaridad sistemática en cualquier espacio común. En la escritura sucede casi lo mismo. Unos pocos se pelean por la cuota de mercado publicando reediciones inéditas de libros escritos de antemano. Del plagio al plagio y tiro porque me toca.


100. Quién dijo, ¿eh?, que las interjecciones están proscritas en literatura? Un hombre se cae, ¡pumba!, y se da de bruces, ¡zas!, contra el suelo (¡clom!). Otro exclama ¡oh! y se ríe con malicia (¡ji, ji, ji!). Entonces el caído empieza a llorar (¡bua, bua, bua!) y el relato termina (¡!).


41. En mi escritura, todo ha sido un escapar de la elocuencia para ejercer la sequedad. Que cada frase fuera neta, desnuda, milimétrica. Esas novelas río como esos ensayos pantano no son mi destino. Quizá porque los púlpitos y las cátedras están atestados de palabras esdrújulas perseguí el estilo llano. Este estilo que es poda continua, trazo nítido, arista regular. Este estilo que busca la nota larga que se graba en la memoria como un cielo de noviembre.


37. Todo se resume en huir de la cochambre intelectual. Huir de la zafiedad, de la falta de educación, de la cortedad. No se trata exactamente de declararse un elitista racial ni un aristócrata del espíritu. Porque al final los extremos se tocan. Es más bien poner tierra de por medio, equilibrar displicencia y ordinariez. Me estoy refiriendo, como siempre, al respeto a uno mismo.