… Hablan de dios en la radio evangélica

Llega esa hora del día, donde los detalles de las hojas de la corteza de los arboles, las pequeñas imperfecciones de las mesas del parque se hacen de alguna manera más nítidas, son las 18:30 o las 7. Las marcas en la pared, ya en el cuarto, en el cielorraso, estan mas expuestas, es como que la realidad se hiciera más prosaica y menos agradable, falta esa luminosidad solar que unifica el conjunto. No se si asociar estas contemplaciones poco agradables, molestas al sentido de la vista, con esos recuerdos… ¿Más agradables? ...Emilia. No es que no tenga cariño y aprecio por la belleza de ella a la que alguna vez, se supone, conocí: aunque también sucede que asocio la imagen de Emilia a la de Karina, a la que estoy seguro de que conoci y me resultaba três agreable.

Escucho el noticiero de Radio América, pocas noticias y de poca importancia, muevo la rueda del dial y sintonizo una emisora religiosa, hablan “del Señor” en las canciones y de “tu rostro Padre”, y de Dios –es el mismo Dios Cristiano, finalmente, di noi, los Catholicos- a quien le dan el corazón; todo contextualizado con instrumentación de guitarra eléctrica, como si fuera “música moderna”. Lo relaciono con esos folletos de los “Testigos de Jehová” donde salen “latinos” en distintas situaciones, en familia, rezando, trabajando... el tipo racial es el del centroamericano, pero también salen niños de otras razas. La matriz de la “Iglesia” está en Brooklyn, pero la idea es que el mensaje es “Universal” como Dios. Ahora hablan en la radio “de los Fondos “buitre”, es un programa económico, estos fondos “tentaron” a muchos “ahorristas”, ahora acreedores de la Argentina. El tema es que esos fondos y ciertos Bancos les ofrecieron a los ahorristas italianos, alemanes y de otros países, invertir en Argentina, donde las tasas de interés eran muy altas. Después hubo una fuga de fondos, y allí cayó Doménico Cavallo, el Gobierno de De la Rua, el país entro en default y se pesificaron las deudas, se terminó la fiesta. Sale José Luis Espert, “guru” económico que critica la Política Económica de Lavagna. Se presentó quejándose de que, en su momento, Cavallo lo señaló como lobbysta de “Fondos buitres”. El Periodista paralelamente dijo que lo entrevistaban para contrarrestar “tanto oficialismo” que hay supuestamente en los medios. Lo que es evidente en los medios es un notorio “Gorilismo” anti-Kirchner, anti-Lavagna, anti-Peronismo, anti-Piqueteros, etc. Me evado de la radio por un momento, le doy una mirada al cuadro de los pescadores; una imagen del mar es muy agradable. Miro el reloj, las ocho, ya es la hora en que mis familiares cenan... Voy a ver si mañana viajo a la ciudad a mandar algunos e-mails... Vuelvo de la cena a mi cuarto, el cielo está cubierto, no se ven estrellas, hoy a la tarde se veia un frente de nubes oscuras por el sur. Ya en la habitación, prendo la radio, pasan un tema de Daniel Viglietti, son las 21:22 hs., hace calor y está pesado, como dice un locutor de la radio. Duermo algunas horas, en algún momento despierto… ya es la madrugada, insomnio; la gata que quiere salir, le abro la puerta. El run-run del reloj a pila, afuera el raspar de alas de los grillos: esta más fresco; me han molestado los mosquitos, mate a algunos y ya faltan pocas horas como para gastar una pastilla en el “fuyi-vape”... la mente está casi en blanco, no sé que más cronicar en este relato, lo único que noto es que la oscuridad nocturna y la luce eléctrica homogeneizan el conjunto y no resaltan tanto los detalles ahora... Empiezan a repiquetear las gotas en la persiana y en la ventana que no está cubierta, como me sucede a veces, me vienen recuerdos de ese viaje al sur en “Chevallier”, el paisaje solitario y la lluvia torrencial. Le doy una ojeada al fascículo sobre los monos de la Enciclopedia Visual y escucho sonar los truenos. Y cómo estarán los bosques del Sarre, a esta hora, ¿estará lloviendo? Obviamente “esta hora” es otra hora allá y en Frankfurt ob der Maine… ¿y que color tendrá el Rhin al amanecer?, seguramente una barcaza estara haciendo sonar su sirena, navegando corriente arriba. Prendo la luz, hablando de sirenas, creo escuchar una en las calles, me imagino una ambulancia, en misión de rescate, los miedos. ¿Qué estará haciendo Annette a esta hora? ¿Habrá leído mi mensaje?, la valentía y la cobardía y esta hoja escrita a mi lado y el libro de Albert Camus, El Mito de Sisifo, dónde estará Camus…, era ateo, pero estoy seguro de que Dios le habrá hecho un lugar. Está en la lista de espera para leer, una obra de José Ingenieros, Las Fuerzas Morales, es una edición de los años 40. Es un momento “dificil” del dia, cuando uno espera que pase algo, que lo salve a uno de la pesadumbre, de la abulia, de la inopia, cuando buscamos en un casete, en la radio o en la TV, salir de “eso”, de ese malestar, quizás lo busque en un tema de George Harrison, while my guitar gently weeps. Es una pesadilla ¿que es este lugar apartado: un País Tradicionalista Cerrado, ¿Reaccionario?, veo los rostros embrutecidos y espero despertarme como si fuera un mal sueño, Sarmiento pensaba en ingleses y escandinavos para poblar estas tierras, pero fueron italianos y españoles los principales contingentes y alemanes y polacos vinieron, amén de galeses e irlandeses o suizos…, por el contrario, ciertas culturas de ciertas comarcas están en las antípodas de lo Civilizado. Sembra que hay cosas en la tierra que son obra del mal, él se siente a gusto entre la fealdad, la brutalidad, la intención aviesa, lo cerrado lo taimado –el engaño, la falsedad-. Arreglo la cama y mi ropa, el día en la ciudad me ha cansado. Marco el libro de A. Camus, me levanto de la cama, busco un vaso de agua, lo apoyo en la mesa de luz. Me sueno la nariz con papel higiénico, miro por la ventana, estrellas…, la Cruz del Sur, verifico que la estufa está prendida… me acuesto y apago la luz, miro en la oscuridad. ¿Estará lloviendo en Colombey-les-deux-Églisès?; ¿y que estarán haciendo en su Convento los Jesuitas?, ya estoy impaciente por viajar, hace frio en Buenos Aires, pienso en la France de Balzac (y de Jean Paul Sartre), falta una semana, me duermo con el rumor de los grillos en el canal... son compañía. Finalmente, ha sido una jornada normal.