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LUKE nº 174 octubre - noviembre 2016

Marlene Zertuche

Poemas

MarleneZertuche

Marlene Zertuche (Guadalajara, México, 1983), editora, gestora cultural y poeta. Estudió Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara.

Ha participado en festivales de literatura en México y en otros países de América Latina.

Es autora de Mazo de Hércules y El otro sol. Sus textos aparecen en revistas de literatura y arte como Aurora Boreal, para los amantes del español (Dinamarca, 2012) y Vía Cuarenta (Colombia, 2013), también en los libros El viento y las palabras. Renovación poética en Jalisco (La Zonámbula, México, 2014) y 20 años, Creadores Literarios FIL Joven (FIL Guadalajara-UdeG, 2014).

Realiza la investigación Las vírgenes terrestres. Observaciones de poetas latinoamericanas, trabajo permanente sobre mujeres poetas latinoamericanas que tiene como objetivo la difusión de la obra de autoras nacidas en la primera mitad del siglo pasado XX, cuyo primer resultado se presentó en octubre de 2015 en la Primera Bienal Internacional de Poesía en San José de Mayo, Uruguay. Se desempeñó por algunos años como editora en periódicos de su país.

Actualmente es productora ejecutiva de la serie documental “Poesía viva del mundo”, producción cinematográfica sobre los principales festivales de poesía en el mundo, proyecto compartido con la productora cinematográfica Mental Revolution, que lidera el director de cine Rocko Márquez.

Poética

Observo. Todos creamos: al cocinar, al nombrar, cuando caminamos, todo acto es creación. Yo me pregunto y en ese ejercicio de reflexión, escribo.

de los mares que recuerdas

I
Preferiste el lado de la luz que él siempre te aconsejó, caminaste casi sin ver tus pies, casi sin sentir tus pupilas, casi sin caminar.
Caíste a esa cama por segunda ocasión y pensaste que no eran necesarias las preguntas, sólo un cuerpo, un rostro para arropar entre las axilas, llevar esos labios desconocidos a la punta del corazón: la llave que no abre ninguna puerta.
Era otra cercanía y no había porqué sentir culpa si la fuente estaba pletórica de gozo, de saliva viva entre los dientes.
Tu cuerpo exigía otra brasa ¿a quién darle cuentas? ¿Con quién permanecer enojada? ¿A quién confesarle tu pena? ¿Por qué no habrías de llorar?
Era otra cercanía y el juego estaba en la última estrella: era la fuente. No era la fuente. Era la tristeza. No era la tristeza. Era el reposo. No era el reposo. Era la paz, la agonía, la dicha de saberse sola.
Supiste muy bien mantener la distancia, entender por ti sola que de ahí no pasaras, quedarte en la puerta, observándote para no sentir.

II
Has aprendido un par de cosas, las indispensables. No se sabe hasta que se sabe. Has caído en todas las trampas publicitarias: las cremas, los cafés, ese auto que aseguran está hecho de material reciclado. Los objetos que hacen de ti una persona muy desdichada, dale, una persona comprometida con el planeta. Estás ahí, involucrada hasta los huesos con ese producto de limpieza que no ha cumplido tus expectativas, pero no te has dado cuenta. No sabes que eres engañada, y no lo sabrás nunca.
Lo que no ocupa tu cabeza en este momento es qué hacer con lo demás. Con lo que no se llena con etiquetas que reflejan el estado del arte.

III
Apostaste todas tus estrellas a la mala suerte. Caíste ahí, por quién sabe qué nueva vez. No cambiaría nada, lo supiste siempre y sin embargo, gastaste todas las monedas. Guardaste excesivamente bien la ternura que fue difícil encontrarla, remontar el buen agüero, hacer los cambios necesarios, dar las vueltas ocultas para clarear el misterio. De nada valió tu pertinencia, lo perspicaz de tu personalidad. Te quedaste ahí, parada, esperando que abrieran la puerta y decidiste dar tres pasos al vacío.

ahora entiendo
la proliferación de
las fondas chinas en la metrópoli:

hambre y engaño
cena y demás

¿este lapso de ebriedad me permite
más sensibilidad que al resto de la población?

¿en nombre de quién habré de juzgar
los hábitos alimenticios de un pueblo entero?

la ciudad me explica
que bese en privado
que tome conciencia
que alimente a mi hijo en un baño
me va diciendo de los pozos abiertos
para que caiga en todos

vamos pues a andar las calles
a no profanar los billares
exclusivos de varones

quedarnos en los parques, mujeres
con nuestra humedad relativa entre las piernas