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LUKE nº 174 octubre - noviembre 2016

Juankar Landa

Ocho Zombis De Sitges

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Tampoco es una alteracion de la cotidineidad. Mientras Paul Schrader , el realizador de Taxi Driver, que recibe el Premio Maquina del Tiempo, paga una botella de cognac en Mercadona, yo le continúo, osea, que soy el proximo cliente ...

(49 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya)

1.Me dice la farmaceutica que los mosquitos han llegado con el otoño, Star Treck lo hizo hace medio siglo, y el Festival de Sitges, un año despues. Aquel primer cartel de 1968 mostraba un Chaplin asustado y dimensionado en rosa y negro. Hoy es KIng Kong quien lo protagoniza, entrando a saco en la playa. Una playa, que a éstas horas solo asustaría a tres o cuatro surfistas de ola corta que aprovechan la primera luna.
Tras un mediodia de vermouths comprobando como J.A.Bayona firmaba infinitos ejemplares de “Un monstruo viene a verme”, y con una siesta estimulante gobernada por la locura japonesa de alienigenas, karatekas y vampiros, inicio mi neofito terror fantástico con “Inside”, sellada por el catalan Miguel Angel Vivas “el terror es el genero más puro que existe”, guion en el que participa Jaume Balagueró, vaya, un remake de la glorificada “A L´intérieur”(Julien Maury/Alexandre Bustillo), ahora version más hollywodiense. Muchos continuaron la fiesta en diferentes locales, bailando y curtiendose de alcohol y plus, pero uno, picado de mosquitos, se roció del repelente farmaceútico Halley y se escapó a la habitacion 309 del Melià.

2.En la playa de San Sebastian, la primera a la izquierda mirando al Mediterraneo desde el edificio Marycel, han construido 350 zombies. Que por la tarde inundaron la villa, ese barrio viejo que todavia huele a turismo multinacional y de género. Como si fuera Gas natural Fenosa una promotora de cine, Borja Cobeaga ha enlatado la segunda entrega de la trilogia “En tu cabeza”. Es la cara amable de un laberinto de historias fuera de la realidad, tan urgentes como “The woid”, claustrofobicas en “Proyecto Lazaro”, o brujas como “The Love Witch”. Tambien llego Max Von Sydow, uno de esos tipos que trabajó con Bergman , y que sigue perteneciendo al mundo creativo de los actores, que les duele el falso sentimiento de la television. Enredado entre docenas de zombies que actuaban en las calles del Palacio, me hice con un par de menus indios de pollo y arroz , y toqué el cielo de Sitges en una vision nocturna de cine coreano. “les gustará el cine, pero son unos guarros”. dialogan dos barrenderos de madrugada a las puertas de los cines Prado.

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3. Muchos de los aplausos del week-end terminan en Pachá, donde tambien se mueren las 24 playas, o calas, de Sitges. Si uno se queda fumando en la puerta descubre que llegan taxis y coches habilitados por el Festival, entregando vestidos de noche femeninos y guapos galanes, todos en forma para virtualializar la rentabilidad de su trabajo, marxistas de nuevo siglo. La jornada, que dejaba una niebla sospechosa tras el diluvio nocturno, me amaneció en la playa, dandome un baño entre adultos nudistas que habituaban el otoño mediterraneo. Me senté a ver “Vestigis”, opera prima de Ivan Morillo, demasiado ambivalente, pero muy correcta. Sin tiempo para el descafé. otra sentada para visionar “Museum”, y con el vaso en la mano, “La Autopsia de Jane Doe”, tres horas de mediodia. Y con el bocadillo en los labios, “El Bing Bang del Manga”, un libro para encuadernar.. Todavia no tenia el terror cinefilo metido en el cuerpo cuando me planté ante “Mr Six”, y esos amigos que uno hace inevitablemente, me llevaron a una antologica de David Lynch. Despues, Pachá, aplausos, y mañana, resaca.

4. Los desayunos del Meliá son estupendos. A mi lado, una japonesa con acreditacion , machaca un limon y lo mezcla con miel .Y luego con tomate...al final se lo lanza a otro comensal que , complice de la historia, mira a una camara de video que les graba. No sería extraño que apareciera yo con mi colacao y mis huevos revueltos en alguna sala de cine nipona alternativa. Ni siquiera terminan la escena, abandonan la mesa y punto. Sonrio y vuelvo a sonreir con “Arés”, una comedia a contracorriente, en la que los pobres vuelven a ser los protagonistas. Sin merendar, entro en “The Transfiguration”, una aventura de un niño fascinado por las peliculas VHS más gore, que tiene una vida familiar complicada y que transmite su oscuro secreto. El secreto de las croquetas del Melià todavia no lo conozco.

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5. Los zombies ya solo pertenecen a su miedo. Pero el Festival mantiene su rotundidad, y no me quiero olvidar del Brigatoon. Un rincon aislado, como un gaztetxe al que le sobran razones, en el que se fundamentó la leyenda de este Festival, y donde ahora vuelcan gratuitamente unos interesantes ciclos. Los informes metereologicos nos abrigaban una jornada lluviosa y sin embargo he tenido los placeres del salitre mediterraneo, y el almuerzo “Brigatoon” con un homenaje a Joan Bosch, mostrando “A Sangre Fria”. En las butacas alternativas de ésta seccion he disfrutado de otras antologicas dedicadas a Enma Cohen o Terele Pavez -esa historica “Los escondites”, y una retrospectiva Red Planet Marx. Y en el ático paradisiaco de Diego Lopez de una conversacion entre ginebras y whiskys, charla interminable que amanecía con el choque accidental de una ambulancia con un coche de bomberos. Ambos conductores estan desayunando debajo del ático, mientras la informacion que me habia aportado la memoria andante de DG no me cabia en las neuronas. “Hay que darle cancha al documental”, repetía, y yo lo repito aqui.

6. Tampoco es una alteracion de la cotidineidad. Mientras Paul Schrader , el realizador de Taxi Driver, que recibe el Premio Maquina del Tiempo, paga una botella de cognac en Mercadona, yo le continúo, osea, que soy el proximo cliente, con un paquete de salchichas para mi perra Bimba. Le reconozco, porque le he escuchado en la rueda de prensa decir que su pelicula es estúpida de la A a la Z, que el cine vive un momento en el que se puede saborear cualquier estilo. “Dog Eat DoG” es un brote genuino de cine rebelde. Sitges no deja de ser una villa costera con 30mil habitantes censados , que se multiplica en momentos como el del Festival, y a pesar de ello durante éstos dias nos hemos cruzado muchos viajeros indefinidos con famosos, menos famosos y lugareños (Salut, Pepa!) en muchos bares y rincones del lugar. Me esperan dos films interesantes: “Equals” una distopia nuclear con tintes alegoricos, y “Begotten, gore metafisico. El startreckiano Walter Koening sentenciaba ésta mañana, todo risueño, que “Chekov era un personaje en dos dimensiones” . Como la ciudad ésta madrugada, tan oscura en la playa e iluminada en las terrazas del centro.

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7. Alguien me pregunta por el Festival Fantastico y de Terror que se celebra en Donostia. Le digo que apenas he ido a un par de ediciones, aunque lo haya seguido intermitentemente. Y que hago aqui?...metido en uno de los más legendarios festivales del genero?....No lo sé, pero Sitges ha amanecido con un cielo a prueba de bombas, y desde el mar observo el despertar de sus playas, silenciosas y desiertas , pero encantadoramente poeticas. Vuelvo a su cine, del que no he visto ni la mitad de la mitad de sus 1700 peliculas, que tampoco era mi intención, sino la de volver a ésta villa con demasiado encanto cultural y gastronomico, y conocer o reconocer amig@s. Despues de una de esas paellas que levantan el desanimo, agradezco el postre con un marathon de cortometrajes estilo “Brigatoon”, y con la canadiense “Bed of the Dead”, macabras historias de una cama en clave veinteañera. Ahora me arrepiento de no haber pertenecido a esa alineacion de 350 zombies, y ya está anotado en mi memoria para la siguiente edicion, la del medio siglo, que estará dedicado a Dracula y apadrinado por el mexicano Guillermo del Toro.

8. No me quiero marchar, porque todavia no me he despedido. Sitges abre las nubes de sus diluvios, y las mujeres que ayer vestian con manga corta hoy se abrigan bajo la maldita lluvia, y los que llevabamos bermudas, al pantalon largo. Algun film se me ha escondido entre los apuntes, quizas ese dulce documental “Herederos de la bestia”, o un escabroso cine malasio que me asustó, es lo que tiene, buscar la playa y encontrar arena de celuloide. No acudo a la ceremonia de clausura, como si mi acreditacion se hubiera extraviado en alguno de los chiringuitos de las playas de Garraf, pero me informan que la pelicula estadounidense “Swiss Army Man” -que no he tenido el placer de ver-, ha ganado. “Buena interpretacion, humor y sensibilidad”, son los creditos del Jurado. Creo que cerrará la edicion del certamen donostiarra, y alli estaré. Yo voy despidiendome poco a poco por los bares abiertos de la noche de Sitges, que comienza a ser una villa inundada, humeda y con demasiados paraguas, que no dan miedo, pero en cualquier momento pueden volar.

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