LUKE nº 178 mayo-junio 2017

R. Rayarù

Tres poemas de utilidad pública

shakespeare

“Como si las ciudades en que vivimos fueran una sala de hospital interminable.”
Roberto Bolaño

Hoy encontré a Tobías en el autobús
Un sueco alto y rubio que parece un vikingo
Un sueco como muchos otros
Uno de los pocos que conozco que me podría topar en el autobús

Cuando subí,
ya desde el otro extremo vi su figura imponente que se alzaba sobre las demás cabezas.
Estaba absorto en su iPhone como casi todos los pasajeros
Inevitablemente nuestras miradas se encontraron
Nos reconocimos:
Él sueco, yo chileno —aunque no estoy seguro de que él lo sepa—

Antes de poder reaccionar
Tobías ya había bajado su mirada
Había hundido sus ojos azules en la pantalla
y la apuntaba con su dedo índice acusador

Yo aprieto el corazón ante ciertas pequeñeces
Cierro los ojos, trato de dejar la mente en blanco durante algunos segundos
De no hundirme en mi pesimismo absurdo
Estático
Ridículo…
Carpe Diem me repito luego, recordando el poeta griego

Tobías tenía razón
No somos amigos
apenas nos conocemos aunque nos vemos casi todos los días

Carpe Diem me repito… Carpe Diem

Pienso en Horacio y me da rabia…
¿Hace cuantos siglos vivió el poeta griego?
¿Hace cuántos miles de años pronunció esta frase que todavía no llegamos a comprender en profundidad?
En su pleno y absoluto significado
Carpe Diem me repito… Carpe Diem

Pienso y me da rabia contra el poeta griego…
Contra Tobías…
Contra los suecos…
Contra la humanidad entera…
Pienso en eso y me da una rabia tremenda…
Sobre todo contra mí mismo
Como si la amistad fuera cosa de todos los días
Como si las relaciones humanas fuesen cosa fácil
al alcance de la mano
en cualquier esquina
Carpe Diem me repito…
Carpe Diem
Pero sigo sin entender


Dos cosas quiero decir:

La primera, es que soy viejo…
Mis piernas ya no me funcionan
Me apoyo en un bastón cansado que parece aún más viejo que yo
Mis canas ahora son transparentes de tan blancas que eran
Mis ojos están cubiertos por dos cataratas que me impiden ver este mundo y también el otro
Tampoco puedo ver las arrugas de mi cara ni de mis manos
Me falta la falange del indice derecho la perdí de niño
Como solo papillas pues ya no tengo dientes
Una bolsa cuelga entre mis piernas y les ahorro las explicaciones
Hasta pañales me han puesto
…dicen que estoy viejo
¡Respiro si!
Pero con dificultad
y aunque nunca he fumado
mis pulmones están sucios y podridos
Se me cierra la tráquea
por la fatiga para poder respirar
se me cae la baba como si fuese un niño
Me querían hacer una traqueotomía
pero dicen que estoy muy viejo
Por las noches tengo una tos seca
Esa rasposa y desagradable de viejo de mierda
Esa que no se pasa con nada,
esa que me produce solo un fuerte dolor al pecho
y me sube la sangre a la cabeza

La segunda:
… Bueno la segunda la he olvidado
Pero como les dije estoy viejo
Y a los viejos se les perdona todo o casi todo
La vida se les perdona a los viejos
y aveces también la muerte…
Cuando nos arrincona el olvido


Another dream week end...

Me veo protegido en una jaula de vidrio
Nadie puede entrar en mi zona de confort…
Allí estoy yo, con mi Smart–phone en la mano
Leyendo y compartiendo las noticias de la red
Repudiando los hechos terribles de hoy…
de la última semana:
• Ataque terrorista en Estocolmo
• Otro en El Cairo
• Bombardeos químicos en Siria, muertos por todos lados:
niños inocentes, madres, abuelos…
• Padres que lloran patéticamente frente a las cámaras
• Los culpables: …nadie es culpable, se acusan unos a otros.
¡Nadie fue!

• Díez “likes”
• Quince “angry face”
• Ocho “sad”
• Tres “crying”

Mi cuerpo se siente mejor
Todo nuevamente está en orden
Mi alma ahora está en paz
He hecho mi deber moral de buen ciudadano
Mi zona de confort ha resistido una vez más
Puedo desconectarme durante media hora
Una hora —al máximo—
Ahora puedo disfrutar de un exquisito café
de un suculento desayuno
Tengo todo este magnifico “week end” por delante…