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LUKE nº 170 marzo 2016

luke

Abrazando esa tierra (Lurralde horí besarkatuz): una muestra de la poesía vasca

abrazando esa tierra

AUTORES:

Bernardo de Atxaga
Julia Otxoa
Joseba Sarronandia
Kepa Murua
Karmelo Iribarren
Gabriel Aresti
Castillo Suárez
Juan Kruz Igerabide
Juan Ramón Madariaga
Rikardo Arregi
Gerardo Markuleta
Kirmen Uribe
Tere Irastortza
Miren Agur Meabe
Jorge Oteiza

Enfocar por medio de una antología, un panorama de la literatura vasca actual que en las últimas décadas atiende poéticas diversas, leer incontable cantidad de autores, llegar mínimamente -diferencias en la traducción mediante- a la esencia de cada uno, seleccionar, coordinar y corporizar los trabajos, incluye nuestro compromiso de pretender que la palabra no muera de ninguna muerte.

Es posible comprobar en estos tiempos, la existencia de una poesía de manifiestos y de actitud transgresora que convive con una poética de reflexión, intimista, desgajada de la realidad cotidiana.

Es evidente que la poesía vasca seleccionada, con su historia milenaria de lucha y dolor, marcada a través del tiempo a hierro y muerte, transmite una fuerza de hondura que celebra la vida y anuncia la presencia de una literatura renovadora, mensajera de profundos sentimientos.

Tenemos la plena conciencia de que el poeta del país tan cercano a nuestro corazón, sabe que el hablar-escribir nunca es un acto de desamparo, sabe que las palabras no tienen forma pero que dejan su marca en el lector.

Quienes transitamos esta difícil, solitaria y bella elección de decir, de decirnos, entendemos que la poesía es un acto de amor, una actitud de heroísmo que desnuda pensamientos y emociones y al estar en contacto con la literatura euskera, entendemos que en este sentido, nos da lecciones, da lecciones humanamente, porque para llegar al otro, hay que saber decir. Y los poetas que integran esta antología, saben.

© GPU editores, Córdoba, Argentina, 2016.

Cita

No llegues tarde a nuestra cita te avisé
la hora y el lugar.
Vivimos momentos de soledad, uno a uno y
de dolorosa soledad, sublevados,
rodeados, encontrarse es un exceso
en un rincón en la calle
hablar cuatro minutos es un grave riesgo,
pero ven.
No es una reunión, sólo un encuentro
para saber que estás viva.
Aparece ahora mismo, el reloj
marcando la hora
de los fantasmas en este momento, que no llegue
tu vacío
no me dejes mirando el tiempo y los alrededores
como si mirara el abismo.
Si no vienes hoy, te esperaré pasado mañana
en otro recodo imposible.

Joseba Sarrionaindia


Vencido

Vencido, una vez más. Por el amor,
el odio, o por la vida
que no hace concesiones
ni da treguas. Aquí,
en la esquina de un siglo
tan inútil como lo fueron
todos. Y también
tan sanguinario. Fumando
un cigarrillo. Indiferente. Viendo
cómo la gente se destroza,
y sin sentir nada especial.

Karmelo Iribarren


Defenderé la casa de mi padre

Defenderé
la casa de mi padre.
Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la justicia,
defenderé
la casa
de mi padre.
Perderé
los ganados,
los huertos,
los pinares;
perderé
los intereses,
las rentas,
los dividendos,
pero defenderé la casa de mi padre.
Me quitarán las armas
y con las manos defenderé
la casa de mi padre;
me cortarán las manos
y con los brazos defenderé
la casa de mi padre;
me dejarán sin brazos,
sin hombros y sin pechos,
y con el alma defenderé
la casa de mi padre.
Me moriré,
se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
pero la casa de mi padre
seguirá
en pie.

Gabriel Aresti


El código

Reivindico otro código:
un código distinto al de la palabra
un idioma no verbal,
un lenguaje imposible de condenar en la memoria,
un decir que desmienta juramentos,
un hablar mudo
sin libro de reclamaciones ni listado de tarifas,
un fluir permanente de mensajes ambiguos,
la expresión de aquello que se no se puede expresar.

Miren Agur Meabe