Disco aparecido a mediados de los años setenta, concretamente en el año 1975, realizado por el grupo Sassafras.

La realidad es que desconozco la historia de este grupo y si existen más grabaciones, nisiquiera sé si este vinilo ha sido editado en CD, aunque es de fácil localización en tiendas especializadas y de segunda mano.

El disco es muy bueno, siendo esencialmente una grabación de rock sureño, con toques de rock progresivo, muy guitarrero, con el típico sonido post - hippy.

Destacar un tema es difícil dada la calidad de todas las canciones. A mí me gusta mucho “ Moonshinen”, que tiene un riff irresistible, también “ Highway Skies”, con excelentes guitarras y la sorprendente y maravillosa versión de un tema de Neil Young, “ Ohio”, que aquí se alarga hasta convertirse en irresistible.

Este es el primer disco de Paul Collins con su grupo “ The Beat”, en 1979.

Cada vez que oigo este disco sigo sin comprender cómo no llego a ser un gran éxito, mientras que otros ejemplares del Punk y la New Wawe, tales como “Devo”, “Ramones” o “Pretenders”, por citar algunos, se hacían enormemente populares, Paul Collins y The Beat, siempre estuvieron en un segundo plano, lo cual parece imposible si oyes este disco.

Esta grabación es un ejemplo perfecto de música “ power pop”, es decir pop acelerado, con algunas de las mejores melodías propias de la New Wawe, salidas con posterioridad a 1977. Además la producción es maravillosa ya que las guitarras suenan limpias pero con una enorme fuerza, siendo la base rítmica fenomenal y la voz de Collins demuestra como dar energía haciendo pop - rock.

El disco contiene trece canciones y se oye y engancha de la primera a la última ; sin embargo aquí si tengo dos temas que me gustan por encima de los demás, ya que constituyen dos canciones básicas dentro de mi repertorio mental particular, me estoy refiriendo a : “ Rock´n´Roll Girl” y a “ Don´t Wait Up For Me”.

Este disco te hará recordar los tiempos en que aún el Rock constituía la mayor mezcla de rebelión y diversión y era dirigido a un público joven que cada vez iba haciéndose mas adulto.

Este disco y todos los de Paul Collins están editados en CD y son de muy fácil localización. Collins actualmente vive en España y es fácil oírle en conciertos acústicos, acompañado tan solo de una guitarra, aunque la experiencia sigue siendo muy buena ya que no va de intimista sino que sigue ejercitando toda su energía, sin limitación alguna, aunque no se acompañe de grupo ni de instrumentos eléctricos.

Este artista, desarrollado en los noventa, además de cantar y componer toca guitarras, armónica, órgano y piano, además de otros instrumentos, en todos sus discos.

Su música es sencilla, precisa, limpia y con un ritmo en muchos casos verdaderamente compulsivo. El estilo es muy personal e inclasificable ya que lo mismo se alimenta de la New Wawe más pop de principios de los ochenta como del Rock clásico de los cincuenta, aderezado con ritmos sincopados y guitarras que a veces recuerda a The Kinks, sin olvidar el toque croner de baladista de Jazz, que a veces emerge tras una canción sospechosamente Punk. ¡ Menuda mezcla !. Este disco es genial, me encanta “ Dressed in Black”, “ Hey Romeo”, “ Poor Jimmy Gordon” y “ Doorsmat”. Animaos a oírlo que es una joya.