Luke

Luke nº 109 - Septiembre 2009
ISSN: 1578-8644
Marta Macho

Sobre letras y números (Parte II)

Ver Parte I

Luc Étienne describe en La littérature potentielle la manera de cambiar el sentido de un poema, utilizando un objeto topológico: “En la primera cara de una banda de papel rectangular (al menos 10 veces más larga que ancha) se escribe la mitad de la poesía

Trabajar, trabajar sin cesar,
para mí es obligación
no puedo flaquear
pues amo mi profesión...

Se gira esta tira de papel sobre su lado más largo, y se escribe la segunda mitad del poema:

Es realmente un tostón
perder el tiempo,
y grande es mi sufrimiento,
cuando estoy de vacación.

Se pega la tira para obtener una banda de Möbius y sobre ella se lee (¡sólo tiene una cara!) algo con sentido “opuesto” a la suma de los dos poemas anteriores:

Trabajar, trabajar sin cesar, es realmente un tostón
para mi es obligación perder el tiempo
no puedo flaquear y grande es mi sufrimiento,
pues amo mi profesión... cuando estoy de vacación.

Eugène Ionesco es un genio del teatro del absurdo. En El rinoceronte se hace un sorprendente descubrimiento sobre Sócrates, usando argumentos de lógica matemática:

“–El Lógico (al Anciano Caballero): ¡He aquí, pues, un silogismo ejemplar! El gato tiene cuatro patas. Isidoro y Fricot tienen cada uno cuatro patas. Ergo Isidoro y Fricot son gatos.
–El Caballero (al Lógico): Mi perro también tiene cuatro patas.
–El Lógico: Entonces, es un gato.
–El Caballero (al Lógico después de haber reflexionado largamente): Así, pues, lógicamente, mi perro sería un gato. [...] Es hermosa la lógica.
–El Lógico: A condición de no abusar de ella. [...] Otro silogismo: todos los gatos son mortales. Sócrates es mortal. Ergo, Sócrates es un gato.
–El Caballero: Y tiene cuatro patas. Es verdad. Yo tengo un gato que se llama Sócrates.
–El Lógico: ¿Lo ve?
–El Caballero: ¿Sócrates, entonces, era un gato?
–El Lógico: La lógica acaba de revelárnoslo”.

Gracias a las matemáticas, el personaje de El planeta de los simios, de Pierre Boulle, consigue comunicarse con la chimpancé: “¿Cómo no se me había ocurrido utilizar este medio tan sencillo? Tratando de recordar mis estudios escolares, tracé sobre el carnet la figura geométrica que ilustra el teorema de Pitágoras. […] Sobre una hoja de carnet dibujé lo mejor que supe las tres cónicas con sus ejes y sus focos; una elipse, una parábola y una hipérbola. Después, sobre la hoja de enfrente, dibujé un cono de revolución. Debo recordar que la intersección de un cuerpo de esta naturaleza con un plano es una de las tres cónicas que siguen el ángulo de intersección. Hice la figura en el caso de la elipse y, volviendo mi primer dibujo, indiqué con el dedo a la maravillada mona la curva correspondiente”.

En su libro de cuentos Octaedro, Julio Cortázar compone ocho cuentos que son las caras de un poliedro: cada faceta del octaedro enlaza con las restantes, aunque cada una de ellas sea un pequeño universo.

La novela combinatoria Composition n.0 1, de Marc Saporta, está formada por 150 hojas no numeradas y escritas sólo por un lado, cada una de las cuales describe una escena centrada en un personaje; la obra contiene una conclusión única donde intervienen todos los protagonistas de la novela. En el prólogo, el autor indica: “Se ruega al lector que baraje estas páginas como en un juego de cartas. De cortar, si lo desea, con la mano izquierda, como donde una echadora de cartas. El orden en el que las páginas salgan del juego orientará el destino de X. Ya que el tiempo y el orden de los acontecimientos regulan la vida más que la naturaleza de estos acontecimientos. […] De la forma en que se encadenan los acontecimientos depende que la historia finalice bien o mal”. ¡Se pueden construir 5,7 x 10262 novelas diferentes! Es (potencialmente) la mayor cantidad de libros jamás escrita.

Una sextina es un poema formado por 6 estrofas de 6 versos, seguidas de un párrafo de 3 versos. Cada verso termina por una palabra elegida entre un grupo de 6 previamente fijadas, los vocablos A, B, C, D, E y F, distribuidos según el esquema ABCDEF, FAEBDC, CFDABE, ECBFAD, DEACFB, BDFECA y ECA. En términos matemáticos, se trata de una permutación de orden 6 de las 6 palabras, es decir, cuando se hacen 6 iteraciones –y no antes– se reencuentran las palabras finales de la rima en su orden original. La Sextina de los desiguales, de Carlos Germán Belli, es un bello ejemplo de la riqueza de estas composiciones:

“Un asno soy ahora, y miro a yegua
bocado del caballo y no del asno,
y después rozo un pétalo de rosa,
con estas ramas cuando mudo en olmo,
en tanto que mi lumbre de gran día
el pubis ilumina de la noche.

Desde siempre amé a la secreta noche,
exactamente igual como a la yegua,
una esquiva por ser yo siempre día,
y la otra por mirarme no más asno,
que ni cuando me cambio en ufano olmo,
conquistar puedo a la exquisita rosa.

Cuánto he soñado por ceñir a rosa,
o adentrarme en el alma de la noche,
mas solitario como día u olmo
he quedado y aun ante rauda yegua,
inalcanzable en mis momentos de asno,
tan desvalido como el propio día.

Si noche huye mi ardiente luz de día,
y por pobre olmo olvídame la rosa,
¿cómo me las veré luciendo en asno?
Que sea como fuere, ajena noche,
no huyáis del día; ni del asno, ¡oh yegua!;
ni vos, flor, del eterno inmóvil olmo.

Mas sé bien que la rosa nunca a olmo
pertenecerá ni la noche al día,
ni un híbrido de mí querrá la yegua;
y sólo alcanzo espinas de la rosa,
en tanto que la impenetrable noche
me esquiva por ser día y olmo y asno.

Aunque mil atributos tengo de asno,
en mi destino pienso siendo olmo,
ante la orilla misma de la noche;
pues si fugaz mi paso cuando día,
o inmóvil punto al lado de la rosa,
que vivo y muero por la fina yegua.

¡Ay! ni olmo a la medida de la rosa,
y aun menos asno de la esquiva yegua,
mas yo día ando siempre tras la noche”.

Jacques Roubaud homenajea a un amigo con este delicado Poema binario. Antonio Altarriba me indicó la manera de leerlo: el poema comienza con la juventud y en cada línea la edad va aumentando hasta llegar a la vejez:

@ 13. 4
La Vie : sonnet.

à Pierre Lusson 000000 0000 01

@14, Jacques Roubaud, compositeur de mathématique et de poésie.

Existen numerosas referencias que rubrican esta perfecta convivencia entre la literatura y las matemáticas: disfrutar de una buena lectura mientras se descubren estas pinceladas matemáticas es, como poco, emocionante.

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