ISSN 1578-8644 | nº 39 - Mayo 2003 | Contacto | Ultimo Luke
"Paseo por el Reina Sofía"
miguel angel ontanaya

(Antoni Tapies)

Blanca o
negra cruz
dominan el muro;
cruz en la tapia,
forma que arranca
los signos,
las palabras.
Gafiti hecho
oración,
sustancia.

(Jorge Oteiza)

Nos escondemos en el hueco
de
la
playa,
y
jugamos a limos úteros.

(Luis Feito)

Germen encendido,
ígneo,
arroja el límite visceral, virgen,
como si la voz del fuego volcán
emergiera agónica del vacío
en incertidumbre verdadera
de tiempos.

(González y Gargallo)

Rostros,
rastros,
mujer pestañea,
sentada,
asombrada,
de gritos de profeta
bajo el laurel de Dafne.

(Antonio Saura)

Muchedumbres en llanto,
sombras,
acre dureza de miradas,
salpicante necritud
de vacíos pasos,
gritan silencios,
puños mordientes que hormiguean la herida
de la memoria.

(Pablo Picasso)

Negra noche.
Gélida mirada.
Estremecido
ante la cúpula del horror sistemático,
revienta el silencio de la noche de Guernica.
Mastico, entre úteros estertores, las esquirlas de fósforo,
que cortaron la noche estéril
de luz tuétano...
Cuerno ensangrentado,
alarido,
rota carne que grita, muge, relincha,
cúbica, despiezada.

(Salvador Dalí)

No,
no logro
escalar el paréntesis,
ser el punto de la curva de tu interrogación,
la admiración del aire que exala tu boca,
los dos puntos de tus senos,
la letra cursiva de tus ojos,
y la mano que escribe el verso
sobre tu cuerpo de azul marpiel.

Eres
cuadro.
Soy
marco
que contempla tu brillante relieve.

Eres principio
y milagro;
yo solo
contemplo,
furioso,
sin oler,
beber,
tocar
piel,
o agua.
Pétrea tela del origen.

(Eduardo Chillida)

Nada entiendo,
y me muevo torpemente
por el vacío camino del silencio
que va hacia la muerte
sin más sentido que el duro latido,
la monótona respiración;
sin más sentido que el del interrogante vacio
del látigo dolor pétreo.
Monótona agonía.

(Antonio López)

Aceras raídas,
escombros amontonados,
tazas de wáter;
espacio desgastado,
reducto de desechos,
ruinas,
ecos de voces perdidas,
huecos pasos de mañanas húmedas,
tardes circundadas de abrojos y cardos.

El vacío de rejas oxidadas
es la pantalla
de la existencia que se consume.