Julio 2001

Ahopetik

alfonso garcía de la torre

Enseñanzas musicales

Las enseñanzas musicales en los conservatorios comienzan cuando el niño cumple los ocho años. Si existe el entorno adecuado el aprendizaje puede iniciarse mucho antes y así disponer de una formación previa que tal vez fructifique una auténtica vocación musical. Existen momentos en nuestra vida en los que un determinado estímulo puede desencadenar una buena aptitud ante la música. A pesar de que hayan sido positivos los comienzos en la infancia o adolescencia, a medida que vamos creciendo se complican mucho las cosas, por lo que la afición musical debe ser lo suficientemente fuerte como para superar un sinfín de trabas que surgen en el curso de los años.

Auditorio del Conservatorio de Vitoria-Gasteiz

Sin entrar a valorar la situación actual del sistema de educación establecido (consultemos al profesor y al alumno de música), quisiera denunciar algunos aspectos que inciden negativamente en todos aquellos que decidieron en su día desarrollar una carrera musical. Día a día compruebo el poquísimo respeto que se tiene al músico en todos los ámbitos, y basta con analizar como primera muestra a cualquier medio de comunicación. Es un tópico hacerlo, pero resulta muy sencillo comprobar la desproporción que se nos ofrece: simplemente calculemos el espacio dedicado al deporte, la política, los sucesos,... la cultura. Examinemos la cultura y busquemos el espacio dedicado a la música. Analizando esta pequeña sección descubriremos finalmente la limitada cultura musical o las preferencias que tenía el periodista de turno. Siguiendo el trazo indaguemos si hubo alguna noticia de ese músico que se empeñó en serlo. Lo consiguió a pesar de que durante toda su vida se ignoró su esfuerzo y dedicación, debido quizá a que su vida artística se desarrollaba en otro planeta.

Es evidente que la música es un gran negocio en el que participan también los medios de comunicación. La industria musical tiene los recursos suficientes para conseguir fácilmente que soltemos el dinero, por ejemplo con el sencillo método de asociar un determinado tipo de música a la edad. En caso de ser joven y con unos mínimos recursos económicos serás perseguido implacablemente con informaciones sobre aquellos productos musicales que consumen las mayorías. El resto no existe si no sigue determinados patrones bien definidos. Y volviendo a nuestro músico, es prodigioso, parece ser que cometió el desliz de estudiar desde pequeño en un conservatorio y nunca llegó a joven... dio un salto.

Lamentablemente la música se ha convertido en un producto de usar y tirar, incluso tienen la suficiente habilidad comercial como para reciclar los materiales gracias a una buena promoción. Se trivializa la función social del músico como un elemento más que rellena el tiempo de ocio, y se ha llegado a tal punto que quieren que seas solamente un consumidor compulsivo de música (en disco o en directo) sin ningún criterio (aquí pediríamos de nuevo la opinión del sufrido profesor de música). Nos obligan a escuchar constantemente una banda sonora que acompañe nuestras vidas, que esté siempre acorde con un estado de ánimo determinado. Hay que ver lo alterado que debe estar el del músico con la de horas que estudia al día.

No obstante la industria sigue trabajando en lo suyo: ahora parece ser que con la ley del mínimo esfuerzo personal, eso sí, obteniendo el máximo provecho económico y social, pretenden embaucarte con que es muy fácil hacer música y vivir de ella. Consiste en convertirse en interprete, compositor, arreglista, productor o dj tras una sencilla inversión en la compra de un equipamiento musical adecuado, a poder ser un instrumento electrónico. De este modo la auténtica formación musical pasa a un segundo plano y así obtenemos la explicación de cómo los allegados siempre se asombraban, a la vez que compadecían, de nuestro músico vocacional cuando desvelaba la cantidad de años que había estado haciendo escalas.

Y las “notas al programa” del concierto mencionan que finalizó sus estudios en el conservatorio con brillantes notas, completando su formación musical en el extranjero. Me ha dicho que desearía volver para dedicarse a lo que más le gusta, pero dada la situación creo que todavía tardaremos tiempo en encontrarle un hueco.

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