Diciembre 2001

Nina Hagen, Ibiza y algo más.

roberto gutiérrez

Ibiza en el verano de 2001

Fui a Ibiza en agosto de este año, mis intenciones eran puramente vacacionales, en familia, con mi mujer y mi hija, al margen del bullicio discotequero de esta Isla pero Ibiza sigue deparando sorpresas y no me defraudó en absoluto.

Ibiza sigue siendo una isla especial donde las sensaciones se suceden. El ambiente de chiringito y Georgie Dan que tanto se respira en muchas zonas del mediterráneo no se respira en esta Isla. Evidentemente muchas cosas han cambiado desde los años setenta y hay mucha gente joven adicta a las discotecas y al fenómeno techno - house que tanto gusta hoy en dia ; sin embargo aún se respira muy buen ambiente en la ciudad y en muchas de las bellísimas calas de la Isla. Se siguen celebrando dos mercados hippies semanales, en las Dalias y Punta Prima, donde junto a vendedores de mecheros y juguetes para niños made in china se juntan auténticos hippies, artesanos e importadores de ropa india.

En el mercado de las Dalias me encontré a un ingles que vendía instrumentos indios y música asiática indicándome que pronto se iba a realizar una exhibición de música hindú en un lugar cerca de San Carlos, a lo cual le dije que me resultaría difícil acudir dado que estaba con mi familia y no podía dedicarme a esta extraña afición mía que es la música.

En la parte vieja de Ibiza también estuve hablando con un chaval de 58 años que me contó su afición por el grupo Grateful Dead, uno de mis favoritos, y las fiestas que se montaban en Goa con la música de ese grupo. Goa es el centro de las Comunas de la India y está cerca numerosas playas salvajes, en el sur del país.

En las playas de Ibiza surgen muchas sorpresas, sigue habiendo hippies vendedores de artesanía, pareos y ropa de colorines ; también hay muchos especialistas en masaje, alguna que otra pitonisa e incluso en una de las playas unas chicas hacían yoga para niños.

La ciudad es preciosa y andando por su parte vieja encuentras numerosas tiendas de ropa “ad lib”, mercancía psicodélica y artesanía aunque coexisten junto a otras tiendas, con las mejores y más conocidas marcas, a precios desbordantes.

La comunidad gay tiene una calle que curiosamente se llama la calle de la Virgen y la noche es patrimonio de los homosexuales y de las Drag Queens junto con otro tipo de exóticos extraterrestres.

Las playas siguen albergando a muchos nudistas y te encuentras sitios increíbles como, cerca de la playa de salinas, en una pequeña cala nudista, donde había dos escultores rastas que estaban haciendo una auténtica obra de arte en la piedra.

La cala D´Hort, sigue teniendo enfrente los dos famosos bloques de roca que dieron lugar a la portada de uno de los mejores discos de Pink Floyd, More. Formentera sigue oliendo a King Krimson y en San Antonio estaba de DJ en un pub el líder de Culture Club Boy George. Además el bar de Anita sigue estando en San Carlos igual que hace 30 años

En definitiva la isla no defrauda en absoluto.

Sorpresa para una noche, concierto de música india y Nina Hagen

Tal como os he descrito anteriormente, mis vacaciones eran estrictamente familiares pero se presentó ante mi una tentación que no pude rechazar.

Encontré por casualidad una propaganda que anunciaba un concierto de música india en un local que se llamaba NAMASTE cerca de San Carlos, evidentemente era el concierto que me había señalado el mercader inglés.

Decidí ir al local y me encontré en un lugar fantástico. El local mezclaba ambientes al aire libre con zonas cerradas, todo ello profusamente decorado, con telas de colores, estatuas y muchas luces psicodélicas, teniendo en su interior un restaurante, una discoteca y bares, además de un escenario con una enorme estatua de la diosa Siva. El ambiente era muy bueno aunque la mayoría de la gente que estaba por allí eran extranjeros, había familias, algún moderno salido de madre, echadores de cartas, muchos hippies divididos en dos bandos, el de los jóvenes que lucían el pelo con dreadloocks, al estilo rastafari y otro el de los viejos, cincuentones de larga barba y melenas canosas. Además curiosamente había niñas, jóvenes y mujeres mayores vestidas con Saris y con lunares en la frente como si estuviésemos en el viejo Deli.

Me sitúe rápidamente frene al escenario y apareció una fantástica banda donde se mezclaban músicos hindúes, pakistaníes y el ingles que conocí en el mercado, los cuales hicieron un fantástico concierto de música india y tocaron junto con el sitar, el sarod, instrumento bastante complicado de oír en directo en occidente ; uno de los integrantes del grupo era un indio de setenta años que tocaba el violoncelo.

Tras la actuación de este grupo se anunció una exhibición de bailes sufíes a cargo de un derviche. Se hizo sitio y empezó a girar como si estuviésemos en Konia la ciudad derviche de Turquía.

Acabadas las actuaciones anteriores se anunció a NINA HAGEN. La cantante alemana, de la que poco se ha oido en los noventa, apareció vestida con un sari, un lunar en la frente y recitando plegarias a todas las deidades hinduistas.

Yo había tenido la oportunidad de ver a Nina a principios de los ochenta y me había gustado mucho esa mezcla de voz operística con estilo new wawe que tan buenos resultados le dio ; pero ahora Nina ya no tenía ese aspecto punk sino otro bien diferente. Apareció acompañada de un grupo enteramente formado por hippies de la isla, los cuales tocaron flauta, percusión, guitarra e instrumentos irreconocibles, mientras que ella sentada junto con los miembros del grupo, tocaba una especie de armonio antiguo mientras cantaba.

El repertorio fue enteramente indio. De hecho todas las canciones eran salmos y ragas hindúes que se dedicaban a los distintos dioses, pasando por dicho repertorio, Siva, Parvati, Hanuman, Ganesa, Kali y el preferido del público Krisna. Muchos de los temas, ante mi asombro, eran coreados por el público que se divirtió totalmente con este curioso y fantástico concierto.

Nina al final del recital habló con el público, se dejó fotografiar y firmó autógrafos.

Acabado el concierto volví pronto al hotel ya que al dia siguiente tenía que levantarme temprano porque tenía que ir a la playa y hacer castillos con mi hija

Como podéis comprobar fuera de las discotecas aún se encuentran sorpresas en Ibiza.

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