nº 163 • Febrero 2015

Espacioluke

Claudia Capel

Jardín poético. III. China

Olvido cerrar la
ventana, entra el aire cálido
y me cubre el cuerpo de pétalos

Yuan Mei

Los milenarios jardines chinos nacen de dos conceptos poéticos: los símbolos y la miniatura. El jardín forma parte de la Casa, lugar mágico y pequeño paraíso para la meditación. Sus símbolos esenciales son el agua (mar), las piedras (islas) y la montaña. "Transporta un puñado de tierra todos los días y construirás una montaña", escribió Confucio. Y, en esa miniatura, la vida cotidiana.

La mayoría de los jardines chinos están inspirados en poemas y se diseñan con croquis basados en pinturas de paisajes. La intención del jardín es expresar una emoción.

El nombre de cada sector del jardín se inscribe en tablillas de piedra, pequeños umbrales y pilares que guían silenciosamente el camino: Cascada de las Horas Transparentes, Puerta de los Crisantemos Brillantes, Senda de los Pasos Serenos, como los nombres de los jardines de Suzhou, reino de la naturaleza en miniatura: Jardín del Maestro de Redes, Pabellón de las Olas Azules, Templo de los Quinientos Sabios, Villa de la Montaña Abrazada por la Belleza.

Los jardines chinos convierten el espacio en un estado de ánimo. Galerías, pabellones, puentes, puertas, salas. Cada sutileza del jardín es como la palabra en el poema, ésa que no puede ser ninguna otra.

El maravilloso Li Po refleja en sus versos la intimidad del poeta con las flores, la montaña, el "otro reino":

"¡Qué fascinante la flor del melocotón
arrastrada por la corriente del agua!
Aquí vivo en otro reino
más allá del mundo de los hombres".

Tao Qian, el Maestro de los Cinco Sauces, se dedicó por completo a cultivar la inmortalidad, Hsien, 閑 carácter que etimológicamente nos muestra a un árbol 木 entre las puertas de un jardín. Por la simplicidad de su voz, bucólica, silvestre, fue un poeta ignorado en su época. Fue rescatado del olvido por poetas de la dinastía T'ang como Li Po, Tu Fu y Wang Wei, que reconocieron en su poesía la esencia natural de la vida.

"Altos bambúes reflejados en las serpeantes aguas
Así el ondulante río vira azul y verde
Somos invisibles en la huella de la Montaña Shang
Algo que ningún leñador entendería". (Wang Wei)

El diseño de los jardines chinos contiene un profundo lirismo. Interviene el Feng Shui (viento y agua), un sistema ancestral de geomancia influido por el taoísmo que estudia los cambios de la naturaleza y cómo se modifica la energía vital según las formas y orientaciones del espacio. Se calculan las estrellas voladoras (ciclos del tiempo), se estudian las formas del paisaje según los guardianes celestiales, antiguas constelaciones que dividían el cielo en cinco sectores, como consta en el Mapa del Río Lo encontrado en el lomo de un caballo con cabeza de dragón, y las orientaciones se consultan en los ocho trigramas del I Ching o Libro de los Cambios, aparecidos en el caparazón de una tortuga sagrada.

La esencia del jardín poético chino es el Tao o camino natural, un puente entre tierra y cielo que transitamos rodeados de árboles, montañas, agua, piedras, flores y hojas mientras cambian las estaciones. En palabras de Lao Tsé: "Mira todas las flores que florecen: cada una vuelve a su raíz. Volver a la raíz es encontrar el descanso. Este descanso significa regresión al destino"

*Yuan Mei, escritor de la dinastía Qing que abandonó su puesto de funcionario y se retiró a escribir poemas en un jardín.