Mayo 2014

nº 157

Conocerse sin palabras

Maite Bayona
hecha de luz y silencio

Maite Bayona, nacida en Barcelona, resido desde hace muchos años en Pineda de Mar, un pueblo de la costa catalana. Licenciada en Filología Anglo-Germánica ejercí como profesora de inglés y de alemán. Más tarde, indagando en cómo conseguir un bienestar completo del cuerpo y de la mente, creé mi propio Balneario Urbano en el lugar donde resido, del cual me desvinculé para seguir mi carrera como escritora.

Graduada recientemente como coach espiritual, me reconozco como una entusiasta de llegar al conocimiento profundo del ser humano.

Soy autora de dos libros publicados por ediciones Obelisco en su colección Nueva Conciencia: Conquista tu felicidad (2008) y El goce de las pequeñas cosas (2012). Hecha de luz y silencio es mi tercera publicación (2014), que ha salido en formato e-book por Editorial Vivas y puede obtenerse actualmente desde mi web de forma gratuita. Tengo otros títulos en espera de publicación.

Como comunicadora de verdades espirituales también imparto cursos de meditación mindfulness y conferencias sobre cómo llegar a la plenitud, a la paz interior, a la alegría y al amor.

"Hemos venido a experimentar la vida, a vivirla conscientemente, a despertar del sueño de la mente y reconocer lo sagrado en cada instante" (Maite Bayona).

maite Bayona

¿Cómo conocernos sin palabras? Un día oímos aquellas palabras: Conócete a ti mismo. Y nos embarcamos en el viaje interior y nos dimos cuenta de que este viaje ha de hacerse con pocas palabras, hasta finalmente llegar a descartarlas todas, hasta llegar al silencio, hasta llegar a deshacernos por completo de la idea de ser alguien. Vivir lo que nos es dado vivir, sin intentar manipular los hechos. En realidad no hay elección, hemos de vivir lo que nos toca pues renegar de ello es peor que vivirlo. La vida es complicada cuando intentamos entenderla a través de la razón, por eso es preciso llegar a conocerse sin palabras. Hay un silencio que nos guía, nos dice Yolanda Durán Serrano, en su libro Enamorada del silencio, un lugar donde la materia se transforma en luz y donde lo invisible se propaga continuamente más allá de lo visible. Llegado un cierto punto, las palabras nos alejan de nuestra fuente silenciosa. Vivir sin palabras es vivir la simplicidad, es vivir sin mente. ¿Por qué nos cuesta tanto soltar el yo? ¿Por qué necesitamos racionalizarlo todo? ¿Por qué necesitamos esa complejidad de la mente en todo momento? ¿Por qué nos resistimos tanto a nuestra propia luz, al silencio que hay dentro de nosotros? La mente vacía es como el agua clara de un arroyo que refleja un fondo de piedras prístino y bello. Sin palabras dejamos de intervenir y dejamos que la vida sea, que el agua fluya libremente. De todos modos no hay elección. Es preciso conocerse sin palabras, no hay otra forma de conocer nuestra esencia. Esto no es lo opuesto a vivir, más al contrario al deconstruir la realidad se manifiesta el silencio que se esconde en el fondo de todas las experiencias y en el fondo de todos los seres más allá de sus historias. Desde la distancia que nos otorga el silencio la vida encuentra sentido, sustento, comprensión. Conocernos a través de las historias de nuestra vida es lo común, para explicarte quien soy te explico lo que me pasó y sabrás quien soy. Sin embargo al conocerse sin palabras sabrás mucho más, sabrás que más allá de mi historia hay una esencia que vive y crea historias, que más que otra cosa es pura vida pues está hecha de luz y silencio. Al deshacernos de las palabras la vida que somos queda al descubierto; el camino hacia el conocimiento verdadero solo puede hacerse sin palabras.