Marzo 2014

nº 155

Conversación Fernando García Murga y Pedro Tellería

Luke
conversacion

El 25 de febrero, los escritores Pedro Tellería y Fernando García Murga se citaron en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa de Vitoria-Gasteiz para abrir el ciclo de conferencias “¿Cómo escrito? Nola idatzi dudan?”, organizado por Krelia. El pretexto fueron Los pasos del nómada y Tempori Cedo, sus últimos títulos publicados. Luke presenta un extracto de la conversación. Moderó Jesús Camarero, también escritor.

1. La autoría

GM.: Paradójico o no, el autor de Tempori Cedo es la tercera persona del plural: Ellos, los autores. Entre ellos, hay escritores (“El escritor”), cuya gran obra se resume en un enigmático “érase yo”; yo en mi ficción. Los monos escritores (“Post scriptum”) representan las cadenas causales y casuales que llevan a la escritura. Y en la contraportada, casi fuera del libro, el bibliotecario guarda conocimientos que desconoce; autor involuntario de un libro (el mundo) ya escrito.

T.: La autoría contemporánea se debate entre la humildad y la vanidad. La humildad de saberse una pequeña aportación, un elemento más de la serie, un ISBN más de la galaxia de infinitas publicaciones; y la vanidad razonable de todo artista. Quizá por humildad busqué en Los pasos del nómada una manera de estar y de no estar en el libro, con ese personaje poético mitad ficción y mitad biografía que es el nómada que sale, entra, vuelve, para y parte. Y no sólo por vanidad puse mi nombre bajo el título.

2. Tiempo y espacio

T.: Un buen amigo, también escritor, me hizo ver desde Radiograma 31 que el espacio era un eje en mi escritura. Era la corriente implícita en muchos poemas, frente a la más explícita (ese libro se divide en tres partes tituladas “Abril”, “Mayo” y “Junio”) del tiempo. Los pasos de nómada hace explícita mi relación con el espacio, que en arte es el paisaje. De todos modos, y ahora que lo pienso, el vocablo “pasos” funde tiempo y espacio en este libro desde el título. Son como los cordones de las botas que el nómada se ata cuando sale al camino.

GM.: Nada que tiene vida permanece eternamente en ella; nada que vive es idéntico a otro que vive. Cuando somos, estamos ya arrojados en nuestro tiempo y en nuestro espacio, existencialmente irrepetibles. Y en ellos somos y actuamos. Tiempo y espacio están rotos en millones de trozos fragmentarios e insignificantes. Pero la inteligencia de los seres humanos nos permite adaptarnos a la circunstancia fragmentada con libertad. Esto es Tempori Cedo, adaptación simbólica, libre, inteligente.

3. Lo espiritual

GM.: Lo espiritual se muestra en el entorno simbólico y ético del ser humano. El “ecosistema” del ser humano tiene apariencia material, pero es fundamentalmente un sistema simbólico. La dignidad del ser humano: su deseo de libertad, el amor, el desinterés de actuar sin calcular… La vida abriéndose paso entre las adversidades, la heroicidad, el deseo quijotesco de justicia… Lo más humano del ser humano

T.: No me sorprende, pero sí me entristece, que subsista en el presente tanta confusión sobre las relaciones entre arte y espiritualidad. Una y otra, desde siempre, fueron cardinales en mi vida. Recuperé una moderna mirada creyente al final de mi juventud. Como reflejo de esos episodios biográficos pasados escribí ciertos poemas de Los pasos… Gustaron tanto, que el editor apostó sin dudar por todo el libro. Fue muy satisfactorio. Muchos artistas del siglo XXI deberíamos reflexionar con más ahínco sobre estas cosas.

4. Las voces en la forma

T.: Cada libro es, para mí, un reto. Una apuesta por nuevas formas, nuevos temas… Huyo por sistema de la repetición, de la escritura formularia, del aburguesamiento creativo. Dejaría de aprender, me cansaría y me avergonzaría. Por eso, para este libro pensé en poemas más largos, de una tirada, con repeticiones y titulados. Lo que al principio fue trabajo se convirtió en placer al final. Salían solos y, sobre todo, había aprendido muchas cosas nuevas. Las relecturas me confirmaron esas sensaciones.

GM.: Tempori Cedo son relatos breves, “micro-relatos”. La brevedad permite ir saltando de un lado a otro entre personajes y circunstancias… Los personajes son polifónicos y polimórficos. Se refleja así la obsesión postmoderna de novedad, en la que todo es efímero, pasado. Sociedad líquida, en constante movimiento a ninguna parte.

5. El oficio de escritor

GM.: Los relatos brotan como la sangre de una herida profunda; herida que procede de la percepción de un mundo sin libertad humana. El escritor escribe con los dedos rotos.

T.: Es poco romántico, pero Los pasos… es un libro de poemas escritos por ordenador. Razones de eficiencia. El manuscrito tiene algunos años. Conservo varias versiones con variantes que todavía no he cotejado. Advierto que es una labor tediosa, pero también muy didáctica. Se aprende. Las pruebas editoriales también conllevaron algunos cambios relacionados con el número de sílabas y las precisiones léxicas de última hora. Sin oficio el escritor se hunde. De joven era algo que me llamaba poderosamente la atención: ¿cómo pintará, cómo escribirá, cómo compondrá? Es algo que el público debería saber y que los artistas pocas veces subrayamos. Quizá los ecos del Romanticismo tienen algo de culpa en ello.