ISSN: 1578-8644

LUKE nº 151 - Septiembre 2013



Indrapura, en el reino de Shampa

Enrique Gutiérrez Ordorika

La poesía es la saliva que escapó de los labios para ser lágrima en los ojos del mundo.

"Tú, que sabes que cualquier hombre es todos los hombres y también sabes que el olvido es largo y no importa”.

Xuan Bello

Tac, Tac, Tac, Tac,

Tac, tac, tac, tac... La máquina lanza tantas pulsaciones por minuto como un tartamudo puesto en idem permanente. Y estas se empaquetan en ráfagas de versos acordados. Los más, disparos fenecidos antes del viaje. Los menos, disparos perdidos por temblor de los ojos. Los pocos, muy pocos, certeras casualidades. Los demás, los que no se saben, pies que topan cuerpo propio, y se les juzga, y se les encadena, y se evaden. Dejan de ser de uno, para nunca volver a ser de nadie

La poesía

La poesía es la saliva que escapó de los labios para ser lágrima en los ojos del mundo.

Mis versos quieren ser cometas y sufren

Noche, la vela que consume mis cabellos bohemios desprende mi saliva como cera. Mis versos quieren ser cometas y sufren. A los estruendos oficiales mi boca bosteza con miedo no vayan a fijarla en los suelos como huella. Mar en calma para los días fugaces de los calendarios… Los barcos de papel, los que se hunden sin naufragios. Noche, con mi martillo de tinta rompo la cara de las lunas. Detrás del escaparate de tu cielo, busco una estrella clara y blanca como la nieve. La astilla de leña se clava en mis ojos. Surcos de agua como satélites giran alrededor de mis palabras. Se queman en los otros mundos. Quieren ser cometas y sufren.

Ruleta de los ecos

A pulular la ruleta de los ecos nos mandaron, quienes, repetidos, fueron amontonando en arrugas lo que llamaron paisaje. Y mira, ahora, como nos vemos en tertulias literarias, hablando de árboles, cuando sólo quedan: Desiertos

Febrero en disculpas

Son fríos todos los febreros: Un vagabundo hace fuego para calentarse en los aledaños del muelle de Ripa con papeles que cotizaban en bolsa. Un ratón de biblioteca devora con avidez las noticias de un periódico en el que se pusieron nombres a todos los inviernos... Se me arremolinan un millón de disculpas, atrevidas, llenas de envidia, se me llevan pendido como un pelele por el aire. Escribo sin cronometrar este tiempo, sin romper la hoja, sabiendo que un poema debe ser otra cosa, sabiendo que un poeta no aparece con sólo sentarse a mirar en un espejo. Se me anudan un millón de palabras. Y el silencio prendido a mi oreja me repite una y otra vez: nada, nada de nada.

Indrapura

En el año de 1238 en Indrapura, en el reino de Shampa, un niño lanzó una flecha con su arco hacia el mar. Hoy, en la cima del Mugarra, he visto volar al pato salvaje que viene persiguiendo aquella flecha.

In terminum

Yo, un irrecuperable, os digo: Irrecuperables, hagamos otro mundo donde recuperar sea un agujero negro. El olvido permite, con igual pasión, continuar la búsqueda de los tesoros encontrados mucho antes.

foto: ardiluzu