ISSN: 1578-8644

LUKE nº 152 - Octubre - Noviembre 2013



Guardetxe Blues

Emilio Varela Froján

El pasado día 8 de octubre se presentó dentro del Festival de Poesía Guardetxe la conferencia titulada Diagramas y Poemas (Poéticas de la ausencia. De cuando los poemas son silencios y no máscaras), con textos y poemas míos, que recitó el cantautor Rafa Berrio, desde un audiovisual realizado por el arquitecto Edorta Subijana. Vida, Obra y Nocturno son tres de los cortes que se vieron y escucharon durante mi conferencia.

Resumen de la conferencia: Se trata de ensayar a partir de los diagramas y poemas del autor una "poética general" que se plantea en los siguientes extremos: “En cuanto las palabras hablan por sí mismas, desaparece todo sujeto de la expresión, toda representación del objeto, incluso cualquier figuración, significado y sentido, y sólo queda de ellas la ausencia y el silencio de lo que nombraron: los términos de un lenguaje. Así pues, el mundo sólo podrá ser dicho en el lenguaje no como el significado de las palabras, sino como el silencio de sus términos”.

VIDA
(11 de marzo de 2007)

A mí me pusieron al nacer el nombre de un familiar muerto. Una palabra, mi nombre, que llamaba a aquella ausencia. Yo era otro en la memoria de ellos, una idea suya que les nació muerta. Y fueron a engendrarme en el olvido, y en el consuelo de una lápida, a despertarme en un cadáver concreto. Entonces, en aquella primera inexistencia, me registraron en el mundo con el nombre de mi futura desaparición.

Al principio, sin embargo, desconocía yo que mi vida toda fuera el eco de aquel silencio, que su reflejo primero se repitiese en la forma exacta de mi cuerpo, como la imagen suya inscrita en letras negras de la tumba donde me enterraron junto a él. Así fue cómo ellos, con el mismo nombre que anunciara la pérdida y la nueva luz, despertaban, cada vez, a mi cuerpo, y llamaban, realmente, a su conciencia.

Pues mi existencia ha sido en un cuerpo desalmado que contiene una ausencia real y los restos de una conciencia que no me pertenece. Lo que me convirtió en un ser de ninguna parte, con una lengua desconocida con el sabor de las desapariciones, y con un lenguaje terminal para los muertos, para los Nombres Absolutos.

OBRA
(4 de junio de 2012)

En mi infancia, antes de que el sentimiento se convirtiera en la abstracción de los sentidos, y que la idea se separase del deseo, tuve primero conciencia que conocimiento del mundo. Así, mi vida y su naturaleza fueron, a un tiempo, lucidez y latido, y por mi cuerpo la sangre recorrió de igual forma los nervios que las venas. De hecho, todas mis palabras y visiones primeras también fueron consustanciales al mundo, dándose en ellas la íntima contemplación y respiración de los cuerpos y de las cosas, en definitiva, siendo su ser el rostro y el nombre del mundo hecho y dicho por él mismo. Sin embargo, mi cabeza empeñada en el pensamiento abstracto y la imaginación simbólica, en transformar la palabra en signo, la mirada en gesto, convirtió aquella palabra y mirada primeras en lenguaje y paisaje instrumentales, separó lo que estaba unido en la mente y el corazón. Ahora mi obra intenta restaurar aquel cuerpo único y original anterior a la máscara y al canto, la primera luz y la primera voz ante la naturaleza.

NOCTURNO
(7 de mayo de 2009)

Bajo una lámpara que quema la noche, pienso, extraña lucidez, que los demás, en la luz buena del sueño, olvidan dulcemente lo que yo recuerdo con gravedad. Pues incapaz de dividir la noche en sueños, pongo orden en las sombras. Así se hace mi pensamiento, de lo que destruye la muerte, no de las abstracciones ni de las metáforas que descomponen el mundo, sino de los restos de la vida y de las ideas muertas, formas de una materia consciente que tiene la lucidez, no de los sueños, sino de las sombras. Es en esta pequeña nada dentro de la noche, en este respirar de ausencias en que contemplo la luz última de la desaparición, que comienzo oscuramente a medir la dimensión real de los espacios. Y condenado a contar el tiempo, a escuchar repetidas las campanas, fuera de esa especie de falsa eternidad que proporciona el soñar, voy instante a instante, fragmento a fragmento, recomponiendo el mundo. Soy, en esta soledad magnética, un imán en medio de la noche, un reloj al revés para los recuerdos.

Emilio Varela y Rafa Berrio