Busca los autores o artículos de LUKE desde Enero de 2000.
ISSN: 1578-8644 | Miembro de ARDE

Espacio Luke

Luke nº 124 - Enero 2011

Los hilos

Marta Ballbé

Telarañas de relaciones intrincadas que buscan una forma...
Las ciudades invisibles, de Italo Calvino

En el capítulo “Las ciudades y los intercambios. 4” del libro Las ciudades invisibles, Italo Calvino describe Ersilia, ciudad en la que los habitantes tienden hilos para indicar diferentes tipos de relaciones que crean entre sí. En cierta ocasión, los hilos son tantos que los habitantes ya no pueden pasar por en medio, se marchan y quedan sólo los hilos y sus soportes.

Esta ciudad-historia presentada por Calvino me encandila de tal manera que intento imaginar cómo serían nuestras ciudades si por un momento fuésemos capaces de percibir esta telaraña urbana que hemos ido hilando, muchas veces casi sin ser conscientes de ello, a lo largo de los años.

Hilos blancos de amistad, hilos azules de complicidad, hilos rojos de enamoramiento, hilos morados de ayuda. Algunos de ellos serían hilos jaspeados que combinan distintos colores: combinaciones de blanco y azul, azul y rojo, rojo y morado, morado y blanco.

Hilos de diferentes grosores y espesores, como aquellas lanas con las que nuestras madres y abuelas tejían jerseys, bufandas y gorros, y, con aquello que sobraba de la madeja, algún que otro estuche para la escuela.

Intento no sólo imaginar ciudades, sino aquellos lugares por los que hemos ido pasando a lo largo de nuestra vida: escuelas, universidades, diversos puestos de trabajo, hospitales con olor a anestesia… pensando qué quedaría si borrásemos las paredes, las mesas de oficina, los armarios grises, los pupitres viejos, las pizarras, las salas de espera… dejando tan solo lo esencial, aquello que hemos ido trenzando con otras personas y compañeros, algunas de las cuales han pasado a ser amigos íntimos, cómplices cotidianos o amores imposibles.

Hilos o, por qué no, pigmentos de colores en la suela de nuestros zapatos, imaginando qué cuadro estamos pintando con cada uno de nuestros pasos hacia los demás. Hilos o pigmentos que nos aproximan a ese final tan elocuente del libro de Calvino: “Buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio”.