Luke

Luke nº 105 - Octubre 2009
ISSN: 1578-8644
Estel Julià

Reflexiones en torno a Alfabet (Inger Christensen)

9

Después de leer 9, poema de Alfabet de Inger Christensen, no es posible quedarse en silencio.

Como es sabido, Alfabet está inspirado en la serie de números naturales de Fibonacci. 9 se sitúa en la novena letra del abecedario: la i.

hielo

Hielo (ice) Primer elemento del poema. Se abre a la magia y al enigmático juego donde la naturaleza es entendida desde las raíces místicas de la creación representada en imágenes cargadas de simbolismo.

A partir de la era glacial, Inger va tejiendo cuidadosamente un entorno ambientado en la naturaleza danesa, deja que los animales que allí habitan discurran entre sus versos. El color y el brillo en pequeñas dosis se aprecian desde los inicios del poema. La vegetación propia de lugares fríos se apropia del paisaje.

Vivir en este lugar hace necesario el oxígeno, elemento químico del que la poeta impregna la estructura del poema. El mundo es re-creado en 9, y comienza la vida si atendemos a la pequeña zambullida del martín pescador o al sonido de las cigarras, representación del silencio entrecortado por algún agente externo (si imaginamos a la poeta en pleno desarrollo de esta fascinante creación).

cielo

Oxígeno (O2) Padre creador que alumbra una nueva primavera. El deshielo comienza y el agua transita en el cuadro que pinta Inger con la palabra. El cielo toma color, hay momentos de gran luminosidad (incluso el verde parece alcanzarlo). Todo crece y la poeta es capaz de aseverar que por ello existimos.

Con el calor proliferan pequeños insectos y plantas, su efímera existencia conecta con la muerte (elemento recurrente en la obra de Inger, recordemos El valle de las mariposas: obra compuesta por sonetos donde las mariposas son metáfora de la muerte).

Éstige Las aguas del deshielo desembocan en el mitológico inframundo griego, símbolo del más allá. En el cristianismo es el infierno, lugar donde conduce el agua. Como alternativa se plantea el camino de la sabiduría como indagación en el ser humano. Así se llega al acto de la creación, o tal vez al paraíso simbolizado en catorce formas y siete elementos cristalinos.

Inger puso todos sus conocimientos al servicio de la literatura, Fibonacci le sirvió para conectar literatura y ciencia matemática, también con el significado de los números: 7 es un número sagrado, relacionado con la creación del mundo. 9 alude al amor incondicional, a lo espiritual (y en algunas creencias tiene poder sanador).

martin pescador

Ícaro Avanzando llegamos a la metáfora del fracaso, y de nuevo recordamos la muerte. El fracaso del vuelo iniciático a pesar de haber despegado el cuerpo del suelo sin más ayuda que la cera que envuelve alas y brazos. El sueño eterno: volar es tal vez el mito de la felicidad, y su búsqueda, que para algunos parece no llegar, se trasluce en la imagen de las ropas en la calle, harapos de alguien que duerme a la intemperie, o los mechones de pelo que caen en la lucha contra el cáncer. Es la impotencia del ser humano y el afán por superarse, obtener el premio de la vida, o la resurrección después del martirio y la crucifixión en el misterio de la pasión cristiana que Inger reinventa con los elementos descritos. Por suerte, Inger nos recuerda que existe la naturaleza: en ella, vida y arco iris surgen como símbolo de la reencarnación generando un proceso circular.

arco iris

Luz. La figura del niño-Ícaro sitúa al sujeto poético en un plano de superioridad al explicar cómo ven los niños la oscuridad del paraíso, aquí se halla el legado de Inger: la reflexión sobre el paso efímero del ser humano por la tierra y el poder de las generaciones venideras. Todo hace pensar en el papel que asume este ser que inicia un viaje de retorno al inicio con la llegada a otro paraíso, y la historia se repite: la pérdida del Edén, la muerte como condena, poetizando sobre la luz y su blancura, para finalmente tomar la fruta, distinta de la prohibida, desmitificando el pecado original.

Conclusión: la oscuridad es blanca. El ser humano tiene capacidad para verla así, es la esperanza de un nuevo mundo.

INGER CHRISTENSEN
INGER-CHRISTENSEN

En el andén
Bitácora Estel Juliá