Luke

Luke nº 105 - Abril 2009
ISSN: 1578-8644
Pedro Tellería

Sonrisa en la sombra

Sólo hace falta echar un vistazo a las fotografías para hacerse una idea. Lena Constante (1909-2005) pasó ocho largos (larguísimos) años en las cárceles del régimen rumano acusada de un difuso delito de colaboración que no se concretó en nada. Durante ese tiempo vivió al borde de la resistencia humana, en condiciones humillantes; comía poco, apenas podía asearse, soportaba interminables interrogatorios y torturas y se desenvolvía en minúsculas celdas de castigo.

Sin embargo, Constante encontró durante ese tiempo una particular forma de tomar distancia ante tanta iniquidad para mantener la cordura en mitad del más cruel de los infiernos. Su evasión silenciosa consistió en pintar y dibujar, imaginar historias que se aprendía de memoria o componer poemas que se recitaba en la oscura soledad de su camastro. De esta manera tan inocente y sofisticada a la vez pudo relativizar el dolor acumulado durante años y años de incomunicación.

Constante nos cuenta todo esto en La evasión silenciosa, el libro que escrito primeramente en francés y después traducido por ella misma al rumano salió a la luz tras la muerte del tirano Ceaucescu. La por entonces veterana superviviente de Bucarest ajustó cuentas con su pasado elevando a testimonio literario sus años de presidio al borde del precipicio.

Ahora bien, que nadie crea que La evasión... es un libro masoquista escrito por una masoquista para lectores masoquistas. A pesar de la dureza de algunos episodios narrados con todo detalle, la impresión general es justamente la contraria. A las sombras infinitas de la falta de libertad, aseo, comida o trato digno se superpone la luz también infinita de la resistencia humana y de la evasión lograda a través del arte como medio de redención en mitad de las penalidades. Por eso puedo decir sin miedo a equivocarme que La evasión... es una novela que encierra un oculto poder. Es el poder de la esperanza y del optimismo cogidos de la mano del arte y la imaginación para salvar al hombre de la dureza cotidiana.

Y queda mucho más por decir de este libro. Por ejemplo, la maravillosa recreación de las aventuras cotidianas de Constante, afanada en coserse un botón, hacer gimnasia entre las cuatro paredes de la celda, apurar las pinturas con las que dibujaba o remendar sus prendas desgastadas. Por ejemplo, la lección que sobre memoria, perdón, imaginación y olvido dos da este libro. Y todo ello sabiendo la rumana que, en el fondo, ella libraba un combate donde la paciencia vencía un asalto cada día a la negra desesperación, y donde el tesón se daba de puños contra la apatía ante los ojos incrédulos de interrogadores y comisarios políticos.

No deja, por ello, mal sabor de boca La evasión... Además de estar estupendamente escrita, con un estilo directo y sincero que recuerda a la mejor literatura confesional europea, su mensaje no puede ser más blanco, alegre y profundo. Cuando te vaya todo mal en la vida, mira dentro de ti mismo. Cuando los días caminen con pasos torcidos, busca otra senda en la niebla. Allí encontrarás el cuento, el poema o el dibujo que te resarzan de las miserias que a diario te asolan. Y con otra sonrisa mirarás al mundo después de lograrlo.

La evasión silenciosa
Ficha técnica:
Título: La evasión silenciosa
Autor: Lena Constante
Editorial: Bassarai Ediciones