Luke nº96 Mayo 2008

Acerca de la actualidad de la poesía

En el contexto de una época caracterizada por la búsqueda del éxito inmediato y por el culto de la imagen, dominada por las exigencias del mercado e indiferente a los intereses más profundos del ser humano, la poesía aparece como una manifestación extraña y en cierta forma anacrónica. Es cierto que también los otros géneros literarios tienen dificultades para acceder al reconocimiento del público, pero es no menos indudable que todos ellos ( la novela, la dramaturgia, el cuento y el ensayo) generan un promedio de ventas mayor al de los libros de poesía. La pregunta que se impone es entonces la siguiente: ¿Qué es lo que hace al poeta reincidir?,¿Qué es lo que sostiene su misteriosa actividad? No está muy claro que exista una sola respuesta a esta pregunta, ni siquiera está claro que exista alguna, pero una posible contestación es la siguiente: la poesía es, justamente a causa del lugar marginal que ocupa en la sociedad de nuestro tiempo, la más indicada entre todas las actividades humanas para generar un proyecto de vida alternativo. Al no buscar el éxito y al no "pretender " cambiar la sociedad, representa una acción que constituye un fin en sí misma. Una acción que le permite al hombre objetivarse evitando al mismo tiempo el riesgo de toda alienación. Decir que la poesía actúa sin pretender no equivale a presentarla como cómplice de un determinado orden social y político, sino presentarla en su aspecto más característico: como un misterio que irrumpe en la existencia del ser humano transformándola. La poesía es crítica respecto de cualquier sistema, y lo es por el hecho de utilizar el lenguaje en un sentido distinto al cotidiano, haciendo posible de ese modo el acceso a realidades virtuales que tornan más amplia, fecunda y profunda nuestra experiencia vital. La dignidad de la actividad poética radica en que usa al lenguaje como un medio para acceder a la interioridad del ser humano, o para mostrar el modo en el cual el ser se manifiesta en cada época, por utilizar una expresión heideggeriana. Por usar el lenguaje como un fenómeno estético, es ajena a su empleo en un sentido retórico. No busca producir un efecto, no pretende convencernos de nada, simplemente sucede, y logra transformar el ser del hombre modificando sus intereses y su concepción del mundo en el cual le ha tocado habitar. La poesía pertenece al ámbito de la libertad inevitable. Pertenece al ámbito de la libertad porque es una acción que constituye un fin en sí misma, pero al mismo tiempo pertenece al ámbito de lo inevitable, ya que nadie, ni siquiera el mismo poeta, puede evitar que tenga lugar la experiencia poética. Si el poeta sintiese que puede prescindir de su obra debería hacerlo, ya que la poesía, como toda obra de arte, tiene su origen en una intuición de carácter misterioso que luego es desarrollada por obra y gracia del "oficio" del creador. La inspiración es amiga del esfuerzo diario, dijo Baudelaire; pero la intuición debe ofrecérsele al poeta sin que éste la demande, y ella habrá de ser siempre el punto de partida de la poesía auténtica. Creo que no hay mejor manera de acceder al significado de la palabra poesía, en la medida que esto resulta posible, que remitiéndose al significado etimológico del término. La palabra poesía procede del griego poiesis que significa producción; pero eso no basta para agotar el tema, ya que es evidente que no toda producción es una poesía ¿cuál es, entonces, la diferencia fundamental entre la poesía y las otras formas de producción ?La respuesta es muy simple: lo propio del hecho poético es que éste no produce objetos como un medio para conseguir alguna otra cosa, sino que es una acción que constituye un fin en si misma, esa es la razón por la cual quienes cultivan la poesía pueden encontrar en ella una forma de realización no- material. La poesía resulta fundamental en una época como la nuestra porque en ella, como bien lo advirtiera Max Horkheimer, cada vez somos más incapaces de hacer una cosa por amor a ella misma. No resulta casual que filósofos como Nietzsche o Heidegger, que constituyen referentes fundamentales del pensamiento actual, hayan visto en la poesía una posible superación de la misma filosofía, esto se debe en el caso de Heidegger al hecho de que el lenguaje poético estaría más cerca del ser que el filosófico; y en el caso de Nietzsche a que la poesía no es especulativa sino productiva, como lo expresara el propio Nietzsche en sus escritos. Para terminar, entonces, tendríamos que decir que la poesía es paradójica en tanto y en cuanto constituye una pasión activa que nos libera del plano de lo cotidiano para transportarnos a un plano más trascendente al cual el poeta no puede ni debe calificar. La poesía es, en ese sentido, una aproximación a lo inefable que se distingue por su enorme capacidad de sugerir.

Opinión

Alejandro Félix Raimundo

Mano

Decir que la poesía actúa sin pretender no equivale a presentarla como cómplice de un determinado orden social y político, sino presentarla en su aspecto más característico: como un misterio que irrumpe en la existencia del ser humano transformándola (...)