Luke nº93 Febrero 2008

Hay quien mira.

Hay quien camina por el mundo apartado de los otros. Quien regresa a su familia descompuesta. Una playa. Una fiesta. Un mazazo. Una voz dice que la culpa se disuelve si en el grupo te refugias.

Hay quien caza una alimaña y la remata de dos tiros. Quien no cree en la colina. Una suegra que no rige. Un criado enloquecido. La sobrina que se sienta. Una voz dice que el silencio es la respuesta que no engaña.

Hay quien tapa la mentira de la gente poderosa. Quien duda de sí mismo al verse en los demás. Voces que son nombres. Reproches a deshoras. Toses en la noche. Una voz dice que apagó de golpe la radio por callar su temor.

Hay quien viaja a la ciudad con sus callos en las manos. Quien no atiende un consejo que lo aclara. Un pueblo miserable. Un deseo de escapar. Una selva en la manzana. Una voz dice cogieron un tren donde volvía de regreso la vergüenza.

Hay quien vuelve por la llama de un amor que fue feliz. Quien alquila un sitio en el invierno. Una tarde. Una ladera. Un recuerdo. Una voz dice que la niña cayó muerta en la estación.

Hay quien lleva una vida de ciudad. Quien proclama con orgullo su talento. Una tarde de domingo. Una niña encantadora. Una resaca soportable. Una voz dice la buscaron aterrados, mas el miedo de ese instante fue inservible.

Hay quien cruza a la semana tres provincias por besar a su mujer. Quien ve lo que el campo arrebata a la ciudad. Dos conejos blancos. Dos muchachos obedientes. Veneno por las ratas. Una voz dice que los nervios exhumaron su carácter más profundo.

Hay quien hace de sus sueños un motivo de piedad. Quien encuentra en el ahorro la disculpa a su torpeza. Llamadas y promesas. Patentes muy absurdas. Ventanas del invierno. Una voz dice se abrazaron muy despacio tras el golpe del destino.

Hay quien tapa su simpleza con sólidos principios. Quien hace del decoro una sólida coraza. Vecinos educados. Ascensores y colillas. Un hombre de costumbres deshonestas. Una voz dice los prejuicios aceptaron sin reparos el dinero.

Hay quien camina por el mundo apartado de los otros. Quien regresa a su familia descompuesta. Una playa. Una fiesta. Un mazazo. Una voz dice que la culpa se disuelve si en el grupo te refugias.

Literatura

Pedro Tellería

Hay quien viaja a la ciudad con sus callos en las manos. Quien no atiende un consejo que lo aclara. Un pueblo miserable. Un deseo de escapar. Una selva en la manzana. Una voz dice cogieron un tren donde volvía de regreso la vergüenza (...)