Luke nº93 Febrero 2008

Encuentro en Alcampo

Estabas junto al puesto de cebollas,
soberbia en tu belleza tras diez años sin verte;
quise correr a hablarte y olvidé que lo último
entre nosotros fue una agria disputa.

Te espiaba de reojo mientras miraba los tomates;
un hombre y una niña vinieron a tu lado;
recordé cuando hablábamos solos en mi coche;
mi corazón temblaba como un pájaro herido.

Fingí entonces un gran interés por las peras,
y me alejé intentando parecer ignorante
sin conseguirlo mucho. Hoy sé que algunas veces
las grandes superficies no son lugares fríos.

Opinión

Jesús Aller

Alcampo