Arte
Zarzalejo Blues
Carlos Pazos: No me digas nada
Sergio Sánchez-Pando
Kitsch, obsesivo, macabro, lúdico, obsceno, provocador, narcisista, infantil, ególatra, fetichista, nostálgico, romántico, sensual, iconográfico, multifacético, irreverente, visceral, iconoclasta, apasionado, francófilo, mitómano... Son algunos de los apelativos que sugiere la contemplación de la exposición "No me digas nada", de Carlos Pazos (Barcelona, 1949), Premio Nacional de Artes Plásticas en 2004, en el Museo de Arte Reina Sofía.
Valiéndose de objetos fetiche que marcaron su evolución -impagable su revisionismo de la infancia a través de trenes eléctricos, guitarras eléctricas de juguete, figuritas de Mickey Mouse, los primeros escarceos pictóricos en el colegio o los libros de Tin Tin que "leíamos en la cama cuando teníamos anginas", o de una primera juventud dominada por un romanticismo trasnochado, las máquinas de petacos y las revistas pornográficas-, y de proyecciones y representaciones ideales acerca de su propia persona -veáse el potencial de la serie "Voy a hacer de mi una estrella" en la que a través de la fotografía y el vídeo Pazos encarna todas las variantes de un mítico galán cinematógrafico-, asistimos a un exhaustivo itinerario multidisciplinar, pleno de ironía, por las distintas etapas de la vida del creador en las que lo real y lo ideal se funden siempre a través de un denominador común: el propio artista se erige en indispensable fuente de inspiración, cuando no en protagonista, de su obra.
"No me digas nada" se puede visitar hasta el 8 de octubre. EL MNCARS ofrece el aliciente de complementar la visita con la exposición retrospectiva dedicada a la obra de Luis Gordillo.
