LUKE nº 82

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Opinión

Tres poemas del libro "Sazón de los barrancos"

Juan Luis Calbarro

Catilinaria

Mucho después de constatar
la dulce concavidad del fósil,
tan lejos de la adecuada variedad de roca
como de la olvidada instigación,
tu fiesta ya no es caminar infantil, sino más bien
pediatra sudoroso, no sal de minerales, sino
sustento de luminoso, falso coleóptero,
no sulfato de cal. Y el clavicordio que golpeas
(¿ansias de música?, ¿adaptación al medio?)
nada tiene que ver con la jactancia juvenil de
ese gato montés que anda acechando
la sed,
la multiplicación de tus pezones,
la solemne inscripción,
veneno de pez o golpe de verdasca
en una sola sombra,
absolutamente montés el gato.

Antiguas contradicciones (I)

No ángeles caídos, no Paul Klee, no Benjamin.
No la trampa de la metapoesía.
No el respeto a las idiosincrasias.
Sólo un sistema de paralelismos, poco más.
No la furia; la codicia de la sangre.
No la paz alambicada de los tigres.
No la industria, no el hielo, no las babas.
Tan sólo un verbo caliente como caldo.
No el juego de los significantes.

Antiguas contradicciones (y II)

Hacia el interior.
Hacia el fondo en agraz de los barrancos:
hacia el interior.
Lejos del son de las excavadoras.
Donde está la raíz
y nacen las corrientes, si es que nacen.
Hacia el rumor de nubes.
Lejos del mar del tráfico y del tráfico y
de la luz del mar: muy sin metales.
Hacia el interior.
Donde crece el cardón.
Donde la nada.
Hacia el interior:
donde volaba el guirre.
Hacia el claro misterio de las aguas.
En el justo momento
(todo momento es justo).
Sin calzado especial: hacia la vida.
Con el riesgo constante de
ser sal para siempre.
Hacia el interior:
con desnudez pisando aquella roca.
Como un presentimiento, sin nunca
haber osado.
A conciencia, con saña:
hacia el interior.
Con el mirar pequeño y
dos pulmones.
Parando en
cada mata, en
cada insecto,
con la dulce avaricia de los viejos.
Con la desesperanza de los débiles: tocando
cada brizna.
Cada roca.
Hacia el interior:
hacia el interior.

JUAN LUIS CALBARRO. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca (1991). Ha publicado cuatro poemarios, el último titulado Sazón de los barrancos (Cáceres, 2006). Como crítico literario ha colaborado en revistas como Galerna (Nueva York), Turia (Teruel), La Página (Tenerife), Hispanic Culture Review (Fairfax, Virginia), Cuadernos del Matemático (Getafe) o Revista de la Universidad de Antioquia (Medellín, Colombia). Entre 2002 y 2004 dirigió la revista literaria Perenquén. Coordinó el volumen de estudios literarios Oficio de mujer. Homenaje a Josefina Pla en el centenario de su nacimiento (Puerto del Rosario, 2003). En el campo de la historia, es autor del volumen Memorias de Chanita Suárez. Notas para la etnografía y la historia de Fuerteventura en el siglo XX (Puerto del Rosario, 2004) y de numerosos artículos para Historia 16 (Madrid), Historia y Vida (Barcelona), Cultura Escrita & Sociedad (Gijón) y otras revistas y libros colectivos. Como crítico de arte, colabora con el diario Última Hora, con la revista en línea Amb l'Art, con Segell, Revista d'Història i Cultura Jueva y con el boletín electrónico 13 Newsletter. Es autor del libro La mano y la mirada (Palma de Mallorca, 2006), así como de diversos textos para catálogos.