LUKE nº 91

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Música

20 años y unos días sin Michael Hutchence (INXS)

Juankar Landa

Noviembre 1997
Michael Hutchence A Michael Hutchence, líder de la banda de pop australiana INXS, se le antojaba un feliz fin de año. Preparaba los ensayos del veinte aniversario del grupo, un tour que junto a los hermanos Farriss (Andrew, Tim y Jon) iba a culminar dos décadas de éxitos en la escena internacional. Desde que debutaran en 1980 con el single "Simple Simon", un giro ascendente monopolizó cada nueva entrega de INXS. "Don't change", "The One Thing" o "Listen like Thieves" coparon las listas angloamericanas.

Pero la contradictoria personalidad de Hutchence, que se movía entre el glamour, los romances famosos y los compromisos solidarios, acabó sus días cuando un veintidós de noviembre entró en el Ritz Carlton de Sydney y horas después le encontraban ahorcado con su propio cinturón.

Noviembre 2007
Bob Geldof llega a Australia invitado por el gobernador de Queensland. Quieren que ejerza de embajador de una campaña solidaria y en su presentación, ante los medios de comunicación, Geldof culpa al gobierno australiano de "tacaño" en relación con la deuda africana. Dicen que contraataca para esconder algo.

Las historias de Geldof y Hutchence tienen un nexo común. Ambos compartieron una mujer, la telepresentadora Paula Yates. El cantante de Boutown Rats había tenido tres hijos con ella antes de que Hutchence comenzara su relación con Paula. Una relación de la que nació la pequeña Tigre Lily, un año antes de la muerte del cantante. Tras varios intentos de suicidio, meses después se quitaba la vida la misma Paula Yates. La visita de Geldof escondía otra razón que la puramente solidaria. Intentaba obtener la custodia y el apadrinamiento de Tigre Lily, con la oposición de sus abuelos.

Enero 1960
Otro veintidós, como el de su muerte, nace Michael Hutchence en Sydney. Aunque se cría en Hong Kong, en 1972 regresa a la capital australiana. Con veintisiete años monta con los Farrisss Brothers la banda INXS. Se inventa una formula de pop abierto que les abre las puertas del mercado internacional y Michael Hutchence se presenta como un sexsymbol, un soltero de oro que tiene en la modelo Helena Cristensen, la cantante Kylie Minogue (que heredó su conciencia y ahora actúa por el cambio climático), o la citada Paula Yates, sus más nombrados romances.

Tenía treinta y siete años y estaba en la cúspide de la fama, convertido en un icono para un par de generaciones cuando acabó con su vida en una habitación del hotel Ritz Carlton de Sydney. Varias versiones circulan sobre lo que pasó aquella jornada en la que su amiga Kym Wilson le encontró ahorcado: suicidio involuntario, técnicas eróticas extremas como la asfixia autoerótica, hipoxifilia, drogas, prozac, etc.

Entre las últimas voluntades del rock-star, Michael Hutchence quería legar 250 mil dólares a Amnistía Internacional, igual que a Greenpeace. Pero las investigaciones han desvelado que tenía 506 dólares en el bolsillo y 572 en una cuenta del grupo. Su hermano Rhett está vendiendo en eBay un fax que el cantante envió a Kylie Minoge hace diecisiete años. Y aprovechando el décimo aniversario de su muerte, ya circulan dos proyectos cinematográficos en torno a su historia. Uno con Morgan Freeman y otro con su media hermana Tina, que ya escribió una biografía. Una leyenda negra y algún misterio.