Literatura

Zarzalejo Blues

Diez claves para acceder al mundo de Haruki Murakami

Sergio Sánchez-Pando

Haruki Murakami

Hace unos años que Haruki Murakami dejó de ser uno de los secretos mejor guardados (su última novela traducida al castellano ¨Tokyo Blues-Norwegian Wood¨ marcha por la octava edición sin haber recibido apenas promoción.) Sus libros nos transportan a un mundo propio, imaginativo e intrigante, valiéndose el escritor de una prosa ligera, transparente, que transmite una agradable sensación de levedad, como si fluyéramos por sus páginas con los pies un palmo por encima del suelo. A continuación se exponen sintetizadas diez claves que conforman el mundo personal de Murakami:

La confrontación con la soledad de un modo prolongado -sea en el fondo de un pozo olvidado en el jardín de una mansión abandonada o en una cabaña aislada en medio de un bosque- constituye un experiencia indispensable de conocimiento personal.

El misterio femenino a través del contacto y relación con mujeres de distinta edad y condición que se revelan enigmáticas, insondables, desconcertantes, impenetrables; pese a todo no queda más remedio que perseverar, tratar de comprender, en la medida en que son ellas quienes de algún modo parecen poseer la respuesta.

Lo sobrenatural se materializa en forma de mundos paralelos a los que se accede a través de una determinada planta en un viejo hotel, de un recodo en un bosque, o bien se funde con la realidad aparente sin poder distinguir con claridad uno de otro, también se puede ofrecer por sorpresa al modo de un destello sin dar la posibilidad de penetrar ni actuar en él.

El lado oscuro, por no denominarlo sencillamente el mal, está siempre al acecho sembrándolo todo de dudas, de miedos, que a menudo se traducen en desconfianza hacia uno mismo, hacia el propio pasado, proyectando sus sombras sobre determinados personajes o sobre actos que el interesado pudo o no cometer.

El pasado encuentra siempre el modo de insertarse en el presente escogiendo para ello las consecuencias de episodios más o menos tangenciales que se produjeron de forma paralela a hechos con gran carga histórica.

Unas gotas de referencias pop caen con naturalidad sobre el cauce, en alguna ocasión incluso sobre el título, de la narración: música jazz, clásica, pop, literatura, cine...

El difícil trance que va de la adolescencia a la juventud, y de ésta a la madurez, con todo lo que ello conlleva de múltiples interrogantes, de búsqueda de referencias, de construcción de una identidad.

Los gatos juegan un papel relevante, cuando no determinante, a la hora de desencadenar la acción. Sus características -comportamiento enigmático, desconcertante- parecen equipararlos al universo femenino, mientras que los perros, cuya presencia es sensiblemente inferior, encarnarían con su agresividad y amenaza latente al mundo masculino.

Japón, desde su extremo norte hasta las islas más meridionales, desde el corazón de las grandes urbes hasta los más remotos parajes, desde el momento presente hasta su pasado más o menos reciente, adquiere sabor y olor envolviéndolo todo al modo de un escenario insustituible.

El viaje físico e interior se dan la mano como experiencia necesaria, inevitable, a menudo inconsciente, siempre fundamental.