Literatura

CREACION: Algunos versos

Martín Lucía

Martín Lucía

Licenciado en Geografía. Sevillano. Con treinta años. Llevo escribiendo y leyendo versos, cuatro. Por lo tanto, mi biografía literaria es breve. Muy breve.
En junio de 2002 mi obra Poemario inevitable (o un diario previsible) recibió una mención especial del jurado en el III Premio Artífice de Relato Corto y Poesía de Loja, organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Loja (Granada, España). Gracias a esta mención, dicho poemario fui incluido en la obra Proemio Tres, publicada por tal consistorio en julio de 2003.
En enero de 2005 publicaron tres y, en mayo, seis de los poemas pertenecientes a la obra Pequeña Metáfora de Melancolía en la sección Mar de Poesías de la revista Almiar.
Mientras que en junio de 2005, cuatro poemas de la obra Angustias y alcohol, fueron publicados en una edición especial por el IV Aniversario de dicha Revista Almiar (Margen Cero).
En abril de 2005 mi poemario Versos de amor y miserias quedó como finalista en el Premio Plumier de Versos, organizado por la Editorial Nuño. Por ello, participo junto al ganador y el resto de finalistas, en la obra Plumier de Versos, que fue presentada en la Feria del Libro de Sevilla (donde fue leído uno de los poemas) y que en junio del mismo año salió a la venta.
En noviembre de 2005 la página literaria Ababolia (www.ababolia.com) han publicado varios poemas: El triunfador, de la obra Maldito siglo XXI, La Ciudad, de la obra Sobre la veleta y El amor largo y Dioses y pubis, de la obra Poemas perdidos.
En diciembre del mismo año, han publicado varios poemas de la ya citada Pequeña Metáfora de Melancolía, en la revista literaria mexicana y digital El gato con botas (http://www.elgatoconbotas.com.sv/),
Ya en enero de 2006, la revista digital colombiana Diez Dedos (http://www.revistadiezdedos.com/) publicó tres poemas (Solo podía pasar una cosa, Fábulas de barrio y La primera vez) pertenecientes a Campos de sal(2003).

Sólo tus labios

Sólo tus labios
calmarían mis ansias
y ansiarían mi calma.
Sólo tus labios
silenciarían las palabras
que arrojo a un mundo
que, lentamente, limita
cada una de las vidas
a sobrevivir.

Cerca de tus labios,
cerca de ti,
nada me mentiría
aunque, lentamente, el mundo
prostituyera aquella mentira
que tuvimos de niños.

Más allá de tus labios,
próximo a mi olvido,
nada encontraría,
aunque confieso y admito
que de ellos distanciado
nada busco.

No me interesa ese mundo
que miente tras tus labios.

El coche

Si sintiera cómo un coche
depreda el asfalto
y tose mi nombre,
y hacia mí avanza,
irremediable y sorpresivo,
amenazante metro a metro,
si sintiera su capacidad de matar
precipitándose contra mi cuerpo
o sintiera su negra e indomable tecnología,
no vería pasar ante mí
la película de mi vida
mientras arde bajo mis pies el asfalto.
Vería tus ojos, tus ojos, tus ojos.

Luz

Calló el silencio.
Yo era asfalto tibio.
Tú eras tú.
Mis manos eran asfalto tibio.
Las tuyas eran... las tuyas.
Callaba la voz,
hablaba la carne.
Yo callé.
Entonces fui el mar.
Y tú eras tú,
seguías siendo tú.
Callamos ambos.
Deshicimos el amor.
Entonces cayó el silencio.

El mundo ahí afuera

Calla, calla.
Oye ahí afuera
como miente el mundo.
Palabras,
mecano de letras
para las mentiras del mundo.
Ven, dame tu inocencia
para preservarla desnudos.
Si no quieres, no salimos.
¿Quién necesita ese mundo
que mortalmente enferma
envuelto en tanto ruido?
Nos quedaremos juntos,
aquí desnudos,
preservando tu inocencia.
Háblame, háblame
que tanta mentira me enferma.