Opinión

Una historia de verano

Inés Matute

Trenes

UNA HISTORIA DE VERANO

Poema contado en clave de verano (o historia de verano contada en clave poética). Te propongo un juego: escribe un poema en el que aparezcan trenes. O aviones. O barcos.
Felices calores. Nos vemos en septiembre.

POCO SABEMOS

Sexo de guerrillas y estaciones de paso,
tan cierto es que lo negro tiende a lo blanco,
como que en la hora más plana- las dos, tal vez las cuatro-
florecen imágenes que el tiempo vuelve contra sus amos.

Gestos calcados de los del último viajero;
sólo eso sé de ti

Como todo viene del agua, o, en nuestro caso, de los túneles,
alardeamos del mérito de burlar los paisajes,
mientras los pueblos se suceden sin nombre
y el adiós nos ronda en círculos cada vez más exactos.

Mujer incierta de camino a Santiago;
sólo eso sabes de mí

Cansados de vías, de miradas rapaces y silencios armados,
compartimos pan y sardinas, cosas que sacian sin llegar a cambiarnos,
mientras las aguas del Sil mudaban al Sena
y tu mirada concentraba la soledad de Brando.

De él, sólo aquello de la mantequilla y el tango

A los postres, y al fin solos, decidimos entregarnos.
Libertad sin freno en las bocas, voluntarioso el falo.
Sobre un rapto de prisa y ardores, caen cajas de mudanza
como si nuestras vidas nos fuesen ajenas
y los labios traicionasen la letra de un fado.