Literatura

Revista Lateral

Inés Matute

Revista Lateral
revista Lateral

"A medida que crece, el saber cambia de forma. No hay uniformidad en el verdadero saber. Todos los auténticos saltos se realizan lateralmente, como los saltos del caballo en el ajedrez. Lo que se desarrolla en línea recta y es predecible resulta irrelevante. Lo decisivo es el saber torcido y, sobre todo, lateral"

Elías Canetti. "El suplicio de las moscas"

La revista Lateral se despide tras once años de andadura, y la noticia me duele como una patada en el hígado. No siempre la compraba, bien es cierto; a veces incluso le era infiel con "Quimera", pero al menos sabía que estaba ahí como un excelente referente, como apoyo, como cosa bien hecha aunque no tan fácil de digerir. Siempre que una publicación de calidad anuncia su retirada del ruedo, la tristeza invade tanto a lectores como a profesionales con escrúpulos. Personalmente, me obliga a preguntarme por qué, a reflexionar sobre el mediocre paisaje cultural e institucional de este país.

El cierre de la revista Lateral el pasado 13 de enero con la publicación íntegra y gratuita en internet de su número 133, tras once años de andadura, es la última hora del futuro de los "medios sin medios" que se ceba principalmente con el área de cultura. El fundador y director de la revista, Mihály Dés, se despide con un artículo en el que se muestra algo decepcionado "Hay muchos otros logros negativos en nuestro haber, que nos han dado cierto ánimo en estos años. Por ejemplo, en el país de los premios (existen más de tres mil galardones culturales en España, entre ellos docenas destinados a las mejores revistas ibéricas) nunca nos ha tocado distinción alguna. Tampoco hemos sido dignos de figurar en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional de Cataluña". Dés, que no descarta la posibilidad de ver renacer la revista que fundó en 1994, se muestra también optimista "Los once años de lateral no han marcado una época, pero, al menos, tampoco la época -dominada por una mezcla de cultura ferial e industrial- ha marcado a lateral. Y este legado constituye, acaso, la mayor esperanza de aquellos que, como yo, están afligidos por la desaparición de la revista y desean su resurrección".

Lateral apareció por primera vez en noviembre de 1994, en Barcelona. con un número en el que colaboraron, entre otros, Guillermo Cabrera Infante, Javier Marías, Juan Villoro, Miguel Morey, Juan Eduardo Zúñiga, Eliot Weinberger y Guillem Martínez. En muy poco tiempo lateral llegó a ser una referencia cultural ineludible en todo el mundo hispánico, una revista en la que el lector podía leer las figuras más representativas de la literatura y pensamiento contemporáneo, entre ellos, a Fernando Arrabal, Harold Bloom, Félix de Azúa, Umberto Eco, Juan Goytisolo, E.J. Hobsbawm, Frank Kermode, Claudio Magris, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Antonio Muñoz Molina, Ricardo Piglia, Julián Ríos, Salman Rushdie, Fernando Savater, George Steiner, Mario Vargas Llosa o Manuel Vázquez Montalbán. (Publicado el 17/01/2006).

Las palabras de Ernesto Escobar Ulloa, editor de Barcelona Review, plasman, al cierre de la revista, el sentir de mucha gente, entre los que me incluyo:

" Dirigir una revista no es fácil, sobrevivir lo es menos. Leyendo Lateral y conociendo su manera de trabajar, aprendí que para hacerse un lugar en este ambiente es necesario crear una familia. Los colaboradores son la base de cualquier revista, en ellos recae el peso de su calidad y el rasgo distintivo que la separa del resto. Cualquier colaborador de Lateral quería pasar a ser colaborador habitual de Lateral. Lateral era una tribuna abierta, sin compromisos con la industria editorial, un espacio que fomentaba el debate de ideas y servía de contrapeso a la cultura de masas. Colaborar con Lateral significaba poder expresarse libremente, quien no lo entendiera así no duraba mucho en sus páginas. Cuando entré en The Barcelona Review, una de las primeras cosas que hizo mi antecesor fue darme la lista de los colaboradores habituales, los fieles, los incondicionales. Días después averigüé que también eran fieles e incondicionales de Lateral. Sin embargo no había lo que llaman 'conflicto de intereses' por la sencilla razón de que nos consideraban una especie de versión digital de la revista de papel. Si The Barcelona Review ha logrado mantenerse en la red a lo largo de ocho años ha sido en gran parte por la calidad de nuestros colaboradores. Sé también que gracias a los suyos Lateral consolidó su vigencia. Por eso escribo estas líneas, porque quizá ellos también puedan devolverle el favor y la vida. Ignoro cuáles son las razones por las que Lateral ha dejado de publicarse. Supongo que el vil metal tiene mucho que ver en todo esto. Lo cual me hace formularme la horrible pregunta: ¿en qué diablos gasta su dinero la gente en España? Un Kebab mal hecho, frío y guardado cuesta más que Lateral. Pero los heridos a veces sólo necesitan aire".

Aire. Ojalá se tratara de eso. Pero no es así.