Opinión

Cruce de caminos

Incomunicación

maría luisa balda

Detrás de tanto blog, de tantas páginas, de tantas publicaciones, y de las incontables ediciones pagadas por su autor, existen personas que escriben palabras; sin cesar.

Personas, cada vez en mayor número, que juntan letras y forman frases, que se marchitan al ritmo que se ahoga la voz que las dictó.

Todos quieren hablar. Todos queremos ser escuchados

Pero ahora apenas si nadie atiende.

Porque a casi nadie interesa lo que otros digan, aunque en cada esquina haya un cartel que, enfáticamente, nos anuncie que vivimos en la era de la comunicación

Y llaman comunicación a este modo de podernos conectar todos con todos; continuamente.

Mientras, por debajo, se agranda cada día el espacio del vacío -ese que existe entre lo real y lo virtual-, dónde se engendra el deseo de conexión con los otros.

Un deseo que cada vez obliga a nombrar más y más palabras, habladas y escritas

Para nada.