Arte

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Postfotografía: La trayectoria del objeto

Inés Matute

Pues está en la naturaleza de una fotografía el no poder trascender nunca el objeto fotografiado, como sí puede hacerlo un cuadro. Tampoco puede una fotografía trascender su carácter visual, lo que en cierto sentido es el fin último de la pintura moderna
Susan Sontag, "On photography" (publicado en 1976).

Entre el documento retratista y el amanerado pictorialismo de la retina, la observación de Susan Sontag viene a delimitar la franja que va del objeto a su impresión lumínica, una celda infranqueable como la propia cámara oscura, el instante técnico fundacional elevado a la categoría de mito. La fotografía podría haber seguido cultivando los enseres poéticos, las trazas de este mito platónico, pero afortunadamente no lo hizo. Insertados dentro del discurso más general de las obras plásticas, las creaciones (o las tomas) postfotográficas insuflan nueva vida a la historia de la pintura. Y al revés; algunas de las obras aquí expuestas son inesperadas notas a pie de página, mundos que aguardaban congelados a la espera de ser captados, visiones del arte dentro del arte. La realidad envuelta en un cierto aroma de manipulación. Debajo de cada imagen, una historia cuyas lecturas se multiplican en los ojos de cada espectador, siempre cómplice del juego de la cámara y aleatorio receptor de los mensajes que el artista nos factura codificados. Infinitamente más conceptual que documental, este es un brillante trabajo de Ana Laura Aláez, Carles Congost, Susy Gómez, Joan Morey, Tere Recarens, Montserrat Soto y Agustí Torres. Huelga decir que el contenido teórico que sustenta cada imagen proporciona una buena dosis de estabilidad y equilibra la lucha entre realidad y arte, entre autenticidad y artificio. Bravo por todos ellos.

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