OPINION: "Qué hago aquí (Posos de un collage de lecturas, veraniego)" enrique gutiérrez ordorika

Qué hago aquí. Ésta probablemente sería la pregunta que, si un príncipe de Dinamarca no estuviera impedido para serlo, se haría un Hamlet moderno. Y es que hace tiempo que las esencias fueron derrotadas por las circunstancias, y lo eterno perdió prestigio ante lo efímero o, lo que es lo mismo, el verbo ser vio disminuir su rango de importancia respecto al estar. Antes todo era más trascendente: “ser o no ser”, ahora más anecdótico: “qué hace alguien como tú en un lugar como éste”.

¿Qué hace un joven negro de Luisiana vestido de marine y disparando tiros con un M16 en Bagdad mientras su familia se ahoga en los suburbios de New Orleáns?¿Qué hace un multimillonario saudí escondido en una cueva blandiendo un dios colérico para asesinar civiles inocentes en nombre de los musulmanes oprimidos?¿Qué hace Benedicto XIV en un trono dorado bajo palio hablando en nombre de un crucificado? ¿Qué hace Boby Fischer en Reykiavik sin jugar al ajedrez con Boris Spassky?

Qué hago aquí. Así se titula un poema de Leonard Cohen, en el que el poeta y conocido cantautor canadiense se niega a que se le sujete como a un borracho bajo el grifo de los hechos e, inculpándose, aguarda a que cada uno de nosotros confiese: Yo he mentido, Yo he torturado, Yo he conspirado contra el amor; Yo rechazo la coartada universal. Qué hago aquí es el poema que abre un poemario titulado Flores para Hitler que comienza con este comentario del autor sobre el título del libro: “Hace algún tiempo, este libro se hubiera llamado Sol para Napoleón, y antes aún hubiera sido llamado Murallas para Genghis Khan”.

¿Qué hace una joven chechena que lucha contra la ocupación rusa de Grozny detonando bombas sobre niños en Beslán? ¿Qué hacen George Bush junior y esposa rezando en el banco de una iglesia? ¿Qué hace Matt Elliott reproduciendo las voces de los ahogados de un submarino ruso en un Álbum de canciones para borrachos? ¿Qué hago yo con un libro de Ernst Jünger, “Sobre el dolor”, entre las manos escribiendo un artículo sin significado, como éste?

Qué hago aquí. Al final del poemario de Leonard Cohen, sólo hay un hombre sentado junto a una mesa de una habitación alquilada con una triste visión. Houellebecq diría: “La ternura viene antes que la seducción, y por eso es tan difícil desesperar”. Es el Kerenski de nuestro Círculo y ha esperado este momento un número de veces que pueden ser contadas. La revolución siempre es posible y breve, pero los visionarios entrenados que siguen necesitando la perfección de nuestra vida cotidiana la desean imposible y eterna. La cita con que Gerry Adams abre sus memorias políticas dice: “La historia nos dice que no hay esperanza a este lado de la tumba”. La historia es una aguja para dormir a los hombres, ungida con el veneno de todo lo que desean preservar.

Qué hago aquí. Para que conste al menos una respuesta: firmar un artículo elaborado a modo de collage con recortes de varias lecturas veraniegas y el 90% de palabras ajenas.


Leonard Cohen


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