OTROS - Cine: "Match point: nostalgia de manhattan" inés matute

Tagline: Passion+ Temptation +Obsession
Observación: ¿De veras?

Parece que todos estamos de acuerdo: Match Point (la última película de Woody Allen) es una mala historia bien contada, bien musicada y pasablemente fotografiada. Puede uno preguntar a la gente, a entendidos y entretenidos, a cinéfilos y amas de casa y todos le responderán que, inexplicablemente, echan de menos la recurrente skyline neoyorquina, los diálogos chispeantes, el surrealismo adherido a los momentos clave, la trama caótica y siempre brillante que firma Allen. Algunos incluso rozan el fetichismo añorando a Diane Keaton y a Mía Farrow, por no hablar del propio Woody, ese hombrecillo encantador que afirma ser su propia sobredosis, ingrediente básico en sus películas más celebradas.

Esta vez, el ojiazulado protagonista nos recuerda demasiado a Joaquin Phoenix, por mucho que se esfuerce en imitar a Jude Law rozando el fiasco interpretativo. La belleza de Scarlett Johansson, tratada con el sadismo que Hithcock reservaba a sus mejores rubias, tampoco aporta el sustento necesario a una historia cosida con alfileres, de final precipitado – el guionista peca de atolondrado y remata la trama a tiros, a falta de una alternativa más imaginativa- por no hablar de la peculiar atmósfera londinense, ligera en comparación a la sensación de aplastamiento existencial que confieren los rascacielos neoyorquinos, fotogénicos incluso a ras de tierra, cuando sirven de telón de fondo a la escena más intrascendente. En cuanto a lo erótico, a mí me faltó carne, primeros planos, un justificante de peso a la adicción del profesor de tenis por la fracasada actriz que interpreta Scarlett. Nadie entiende cómo una americana tan moderna y liberada pueda engancharse así a un vulgar cazadotes, poquita cosa y poquito hombre, un poco pardillo a pesar del reciente lustre con el que lo barniza la familia de su esposa. Nadie entiende, a pesar del embarazo, como se puede pasar del desprecio al amor. O similar. Dejémoslo en cuelgue emocional (¿Remake elegante de “Atracción Fatal”?) La resolución del apartado criminal avergonzaría a cualquier seguidor de CSI, e incluso a la señorita Marple, por no hablar de un final con fantasmas incorporados que ni asustan ni cuestionan demasiado la culpabilidad de un asesino convincente en sus alegatos. Creo que esta ha sido la primera película de Woody Allen que me ha aburrido. Y espero que sea la última. Entre una mala historia bien contada y una buena historia mal contada, no sabría por cuál decidirme. Si a ti te pasa lo mismo, gástate seis euros en ver “El jardinero fiel” y compara, puesto que encaja perfectamente en el segundo supuesto. O, mejor aún, disfruta de “El mercader de Venecia”, que es una historia excelente contada de la mejor manera posible. Recupérate a ti mismo Woody; siento nostalgia de Manhattan. Con las chicas de “Sexo en N.Y” no me basta.




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