nº 50 - Mayo 2004 • ISSN: 1578-8644
ARQUITECTURA:
"De la arquitectura internacional a la globalización"
juan carlos prieto
La arquitectura ha sido una disciplina que ha venido definida a lo largo de la historia por el debate, la evolución , la crisis y la expresión mediante la construcción de las ideologías de mayor vanguardia. En este sentido como figura sobresaliente de la integración del resto de las artes, la arquitectura puede ser definida como el auténtico motor de desarrollo y aglutinante de cuantas iniciativas artísticas se han definido en la historia.

La historia nos ha mantenido multitud de criterios para la definición de la buena arquitectura, pero todas estas claves se pueden condensar en un solo término, el CARÁCTER.

El carácter, expresión que puede parecer ambigua, contiene la esencia misma de la arquitectura, el carácter define las características intrínsecas del edificio - uso, construcción, adecuación, etc...- y acota su ubicación – localización, situación, etc...-

Resumiendo estos términos la arquitectura debe identificarse como tal, presentando inequívocamente su utilidad y localizándose en el sitio adecuado. Una iglesia, un puente, un palacio, un mercado, etc, son lo que son, tienen la imagen de lo que son y están donde tienen que estar. Unas viviendas en Barcelona son diferentes a un conjunto residencial en Los Ángeles y un campo de fútbol en Manchester tiene una escala distinta que en Eibar.

El Movimiento Moderno del siglo pasado dio paso al llamado Estilo Internacional promovido por Le Corbusier, Mies Var der Rhoe, Gropius, etc. Se proponían diseños y se inventaba en La Bauhaus la producción en serie del diseño. Se mantenía el carácter intrínseco de la arquitectura aunque se derribaban las fronteras, todas las ciudades del mundo se conciben bajo los mismos criterios, los edificios de oficinas, las viviendas y edificios públicos presentan características comunes.

El final del siglo XX y principio del presente viene marcado por un concepto, la globalización, aún mal explicado y mal entendido. La arquitectura impregnada de los cambios ideológicos se suma a esta dinámica generándose un nuevo modelo arquitectónico, el edificio objeto, el edificio como elemento escultórico, como elemento irrepetible. Se rompen los esquemas basados en la standarización, y se acaba con las referencias intrínsecas propias del carácter de cada edificio.

La dinámica se inicia con los museos y se va trasladando a todo tipo de edificios singulares, con cada edificio se rompe el molde, no hay reglas específicas, la arquitectura se globaliza desde el punto de vista del método, de la libertad, de la evolución técnica, de la ideología.

Aparecen construcciones increíbles, innegablemente bellas, sorprendentemente estéticas, atravesadas por operaciones de marketing de resultados más que rentables. Por el camino la arquitectura se ha cargado de vida, se ha renovado, aunque por el camino ha perdido su CARACTER. No sabemos si un edificio es un ayuntamiento, tres viviendas, un museo o una bodega que no acertamos a localizar en La Rioja, Valdepeñas o Langelois.

Pensemos en global y actuemos en local.

Centro del Vino Loisium de Steven Holl en Langelois