nº 47 - Febrero 2004 • ISSN: 1578-8644
ENTREVISTA a:
Silvia Sánchez: Agencia Literaria Asisabla, Barcelona

inés matute
¿Qué te impulsó a convertirte en agente literario? Además de buenos contactos, ¿Qué se necesita para convertirse en agente?

Defender buenos autores y buenas obras en todos sus aspectos podría resumir los muchísimos motivos que me llevaron a ser agente.
¿Qué se necesita? Pues, no lo sé. Creo que es como todo, lo fundamental es que lo ames con locura. Yo adoro lo que hago, desde los detalles más insignificantes hasta los grandes retos. Si te apasiona lo que haces y crees profundamente en lo que tienes, la perseverancia y las buenas elecciones vienen solas.

¿Qué balance haces de estos dos años de andadura profesional?

No me puedo quejar. A los tres meses de empezar publicamos nuestra primera novela y entrar en el mercado francés ha sido un auténtico logro para nosotros. De todas formas, nos queda mucho por hacer.

¿Cómo se hace una agencia nueva un hueco en un mundillo donde – aparentemente- tres o cuatro agentes literarios dominan el mercado?

Es difícil pero no imposible. Lo esencial es contar con buenos autores, textos «nuevos» y no dejar de moverse. Ante eso, tarde o temprano, las puertas se abren.

¿Qué crees que os diferencia de otras agencias?

Puedo decirte que para nosotros la relación con nuestros autores es muy estrecha. Creo que es fundamental informar constantemente al que ha depositado su confianza en nuestro trabajo. Debe ser así. Yo suelo decir que trabajamos con los hijos de nuestros autores. Así como un hijo es producto de la creación, digamos, biológica, una obra literaria es producto de la creación intelectual y parte de su personalidad. Si resulta imprescindible mantener una relación fluida con los profesores de tus hijos que son los que los guían de alguna manera, resulta imprescindible mantener una relación fluida entre agente y autor. Con esto, no quiero decir que otras agencias no lo hagan, pero quizá para nosotros es prioritario.

En cuanto a nuestra relación con las editoriales no nos diferenciamos demasiado. Es posible que al ser una agencia joven, no seamos referencia clave, y por tanto no llegamos al estatus de las todopoderosas, pero es también una ventaja, aunque nada tiene que ver con el nivel de exigencia, por supuesto.

¿Qué buscáis en un autor novel?

Ante todo excelente calidad y novedad. Resumiendo: que resulte imprescindible.

Exactamente, ¿qué relación mantenéis con las editoriales? ¿Os interesan las independientes o para vosotros sólo son el último recurso?

No, no, no hay últimos recursos. El hecho de que ser independientes o pertenecer a grandes grupos multinacionales tiene poco que ver con lo que se ofrece o lo que quieran o puedan albergar. La diferencia está en el poder divulgativo y promocional, en el trato que le puedan dar a la obra y al autor. Si una editorial independiente cuenta con la línea o colección idóneas y las condiciones pertinentes para abrigar una obra determinada, ese es su lugar. Si las reúne un sello editorial perteneciente a un gran grupo, también será su lugar. Todo depende de cómo se valore.

Háblanos, si te parece, de las ferias y otro tipo de promociones como plataforma de lanzamiento de un autor desconocido.

La mejor plataforma de lanzamiento para cualquier autor son los premios literarios. Y, a falta de otras iniciativas, son excelentes. Las ferias, en mi opinión, funcionan para constatar previos lanzamientos.

¿Qué tipo de manuscritos soléis recibir? (Románticos, de intriga, históricos, confesionales)

Solemos recibir de todo, novela histórica, de viajes, infantil y juvenil, mucha no-ficción; pero sobre todo relatos, y me alegro por ello. Todavía no estamos en disposición de especializarnos pero hacerlo en este género es uno de nuestros objetivos.

¿Por qué es necesaria la figura del agente literario? (si es que lo es)

Es necesaria por muchas razones. Básicamente ejerce de aval o garantía de la obra al ser un lector con perspectiva tanto literaria como comercial, y por otra parte, es el canal por el que debe entrar una obra a una editorial, de lo contrario las editoriales se convertirían en inmensos almacenes donde se acumularían todos los manuscritos. Además, el hecho de contar con agente supone que a la hora de negociar el contrato y conocer la industria, se esté debidamente defendido. Por otro lado, zapatero a tus zapatos. He constatado que es imposible escribir y gestionar tus obras al mismo tiempo. Primero porque es algo que desborda, y segundo porque no hay ninguna necesidad de que el autor sea escritor y al mismo tiempo abogado, contable, promotor, etc., etc. Un escritor debe leer y escribir, un agente debe leer y gestionar. Creo que es cuestión de organización.

Recomiéndanos un libro en cuya publicación hayáis intervenido.

Os recomiendo un autor: Fernando Sorrentino. Publicará en francés una selección de sus relatos, y en España podéis encontrarle en la antología Parientes Lejanos publicada en el 2003 por Páginas de Espuma.

Para acabar, ¿qué es lo mejor y lo peor de tu profesión?

Lo mejor es participar de alguna forma en la proyección de obras y autores, y lo peor es ver como se cometen errores históricos con demasiada frecuencia.


Silvia Sánchez