ISSN 1578-8644 | nº 41 - Julio / Agosto 2003 | Contacto | Ultimo Luke
Apuntes al natural
"Balizas"

joel lópez astorkiza

La otra mañana en el tren (una de tantas), de camino al trabajo me senté apoyado en una de las grandes ventanas que tiene cada vagón.

Durante el trayecto uno va pensando en sus cosas (la mayoría sin importancia aunque no lo parezca), mirando a los adormilados y perezosos compañeros de viaje cuando un pequeño frenazo te devuelve a la lógica del tren. Antes de llegar a cada estación veo difuminados a los pasajeros que esperan en el andén, pero en el instante mismo en que surge el mencionado empellón, observo extrañado a mis nuevos viajeros que creyendo no ser vigilados por los de dentro se recomponen el pelo o la ropa con unos movimientos coquetos y hasta íntimos aprovechando el reflejo de las ventanas tintadas de los vagones.

En ese momento me sentí como el espejo de la reina del cuento cuando es preguntado por la belleza de la señora y sabe perfectamente lo que hay y lo que tiene que responder. Es un instante tan particular e individual realizado en un lugar tan público que me llevó a pensar que los seres humanos necesitamos pequeños asideros, constantes balizas de referencia para que no se nos desbarate el poco o mucho orden que tiene nuestra existencia.

Y una de ellas es tener un aspecto recomendable a punto para el resto de las personas como cuando nos damos esos últimos retoques antes de entrar en el tren creyendo no ser vistos. Referencias que al fin y al cabo no van a servir de mucho.

Estas balizas son necesarias, sobre todo, a pie de vida, en los momentos más cotidianos de nuestra existencia. Como decía la canción en “los instantes que omites en tu biografía”.

En definitiva necesitamos rutina, una rutina que viene determinada por el tiempo y la fracción aleatoria que hacemos de él según nos conviene. Desde las referencias más generales hasta las más concretas. Todo para que nos cuadre el ritmo que queremos dar a nuestra vida. Tenemos en mente muchos proyectos para hacer realidad y un tiempo limitado. Por eso, nos fabricamos esas balizas. Todo este recorrido está lleno de obstáculos, trabas, zancadillas y codazos que desarman una y otra vez esa composición previa que hacemos, pero paradójicamente la reconstruimos tantas veces como sea necesario.

Es más que posible que sea un trabajo inútil pero lo que también es muy probable es que esa labor nos mantenga vivos y activos hasta el último aliento. Vivir a pesar de los pesares inasequible a las contrariedades. En el momento en que te pares y dejes de guiarte, se acabó.