ࡱ> oqnu jbjb̰ .ڮڮ{]       4!HHHHHHHH,T  HHHHH 4  HHH444H H H4TT    H44  ,iH2 NO BASTA SER BOBO, ADEMS HAY QUE PARECERLO (A propsito de las nuevas aventuras del valeroso soldado Schwejk incluidas en El comisario rojo, de Jaroslav Hasek) a M Jos Hernndez El bravo soldado Svejk es probablemente la ltima gran novela popular. No es asombroso que esa novela cmica sea al mismo tiempo una novela de guerra cuya accin se desarrolla en el ejrcito y en el frente? Qu ha ocurrido con la guerra y sus horrores para que se hayan convertido en motivo de risa? Milan Kundera, El arte de la novela El mtodo era as de simple. Lo que tena que salir bien era, por lo general, algo superfluo, pero el mtodo era eficaz, lograba lo que los superiores necesitaban de nosotros: nuestra ciega sumisin. No recuerdo ningn caso de resistencia colectiva. La mayora de los jefes no tena la menor idea de por qu la tropa se mostraba tan dcil; los jefes atribuan esa docilidad a la propia idiosincrasia de la tropa. Max Frich, La cartilla militar Nacido a la letra impresa en 1911 en Praga, el buen soldado Svejk anticipa desde sus primeras aventuras algunos de los comportamientos del Hasek llamado -en 1914- a filas y, a su vez, la experiencia blica y militar del autor contribuye a perfilar definitivamente el protoSvejk anterior a la gran conflagracin en la versin y subversin- de su novela. La muerte de Hasek deja hurfano a Svejk en 1923, pero vivo y coleando, con una vida literaria inacabada sus aventuras quedaron inconclusas- y desde entonces interminable. PRE-SVEJKADA Doctor 3 Han examinado ya antes su estado mental? Svejk En la mili. Los seores mdicos me declararon idiota notorio. (...) Doctor 1 Los mdicos forenses abajo firmantes basan su juicio, relacionado con la estupidez absoluta y el cretinismo innato de Josef svejk, que comparece ante dicha comisin, en el hecho de que el sujeto se expresa con palabras como por ejemplo Viva el emperador Francisco Jos I!, exclamacin que, por s sola, es suficiente para demostrar que su estado mental es el de un idiota absoluto. Monika Zgustov, Las aventuras del soldado Svejk, Escena 6 Pese a algunos titubeos iniciales Schwejk se alist con alegra. Su deseo era el de pasarlo bien en el ejrcito. (...) yo no quera alistarme y no saba siquiera lo que era un soldado, en Schwejk contra Italia-, las primeras aventura del buen soldado confirman la su/misin incondicional del voluntario/so soldado Svejk al ejrcito austro-hngaro: -Se presenta el soldado Schwejk. He venido para que me encierre en el calabozo, porque desert para poder seguir sirviendo a Su Majestad Imperial hasta el da de mi muerte. Perfil psicolgico que estaba ya en borrador escrito en la mente de su autor: Se hizo examinar para demostrar que era capaz de servir como soldado regular. Nota a la que apostillaba el propio Hasek: Evidentemente, cualquier checo que intentase demostrar que era capaz de servir en el ejrcito austriaco tena que ser idiota. Sin llegar a ese extremo, Hasek acudira a su alistamiento -el ao 1915- hecho un miles gloriosus. El exceso de celo en el cumplimiento de las rdenes al pie de la letra, unido a su crasa ignorancia y a una falta absoluta de prejuicios, su obediencia ciega y a pies juntillas, en definitiva, hacen que el soldado Svejk no solamente parezca el idiota de la compaa en valoracin de su autor-, el idiota oficial, sino que lo sea, lejos de interpretaciones marxistas como la de Laco Novomesk -No existe un luchador ms perseverante que Josef Svejk. Su arma es una reiterada resistencia pasiva (1938)-, que ve desobediencia civil donde no hay sino obediencia debida; o la de Ivan Olbracht, que ha querido ver en Svejk un idiota genial que se pone o se quita una mscara grotesca e idiota (1921), corregida y aumentada en 1933 -Creo que El buen soldado Svejk es una obra llena de pensamiento, sentimiento y crtica proletarios, creo que es la cumbre de la literatura proletaria checa-, que pretende ver en el recluta patoso un quintacolumnista comunista o el saboteador que coloca cargas de profundidad en el Tiranic imperial austro-hngaro. LAS DOS CARAS DEL SOLDADO SVEJK o DEMASIADA CARA El prefecto Deje de poner esa cara de imbcil! Svejk No puedo evitarlo. Me eximieron del servicio militar por estupidez y la comisin me declar oficialmente imbcil. Soy un idiota oficial. Monika Zgustov, Las aventuras del soldado Svejk, Escena 4 (...) no se sabe siempre si l se hace el idiota o si es verdaderamente idiota (...) Wladylaw Znorko, Chvk al final del mundo, por Cosmos Kolej (...) y su cara redonda y bonachona resplandeca de contento. Jaroslav Hasek, El valeroso soldado Schwejk aprende a manejar el algodn plvora Pero Hasek procura que el lector se quede hasta el final con la duda de si el personaje es, realmente, un tonto redomado o ms bien un tremendo astuto, lleno de malicia, dice Ripellino, ms equidistante, proclamando la inescrutable indefinicin de este blb checo, bobalicn de dimensiones bblicas, summa de contrarios del bobo/discreto o loco/cuerdo de Don Quijote/Sancho que ana El valeroso soldado Schwejk va a buscar vino para la misa- el idealismo patritico que -como el valor- se le supone al capelln castrense/ oficial/ amo y seor y el pragmatismo del monaguillo pillo/ordenanza/ criado escudero, caballeresco don nadie leal al Absolutismo ms all de su declarada inutilidad absoluta y gracioso o figura del donaire que rompe sus propias filas-aire!-, doblemente grotesco por cuanto que encarna al ambiguo Sancho Panza quijotizado de la II Parte del Quijote. Un perfecto idiota, pues, decidido a engrosar un ejrcito que lo ha declarado exento Me eximieron del servicio militar por estupidez y la comisin me declar oficialmente imbcil. Soy un idiota oficial-, necio, atrevido como la ignorancia, inconsciente que no ve el peligro y tonto de remate si adems lo aparenta imbecilidad fingida/ ingenua ignorancia de Pytlk-, porque no hay cosa ms tonta que un tonto que se hace el tonto. EL ESPERPENTO ESLAVO o EL ESPEJO DE LO GROTESCO Luks Sabe qu, Svejk? Me dan ganas de mandarlo al tribunal militar. El problema es que le absolveran porque jams en su vida habrn visto a nadie tan colosalmente estpido como usted. Se ha mirado en el espejo? No le da asco su cara de idiota? Usted es la mayor aberracin de la naturaleza que he visto en mi vida. Dgame la verdad, Svejk, se gusta a s mismo? Svejk A sus rdenes, seor teniente, no me gusto en absoluto, porque (seala el espejo) en su espejo me veo torcido. No debe ser un espejo de calidad. En casa de Stanek, un comerciante de ropa china, haba un espejo torcido y, cuando te mirabas en l, te daban ganas de vomitar. La boca as, la cabeza como una pila, la panza como la de un cannigo borracho, en fin, un nmero. Monika Zgustov, Las aventuras del soldado Svejk, Escena 31 Y es que la peripecia blica del soldado Svejk entronca plenamente en las races de la esttica de lo grotesco que otro eslavo, el formalista Mijail Bajtin, herborizara tambin en el campo de batalla del Garganta de Rabelais y que ofrece el esperpento de la farsa hbrida de lo ridculo y lo peri/pattico, de lo desgarradoramente humano y de los tteres -sin cabeza- del dragn imperial bicfalo, y en el que el descuartizamiento del cuerpo se deshumaniza desde lo jocoso arcimboldesco, bien de palabra -servir al emperador hasta el desgarro del cuerpo: do roztrhn tela-, bien de obra Soldado 1: -Yo he visto un muerto que qued tirado en una trinchera con los pies hacia abajo; un proyectil le haba partido la cabeza cuando avanzaba; era como si lo hubieran cortado con un bistur; en el ltimo momento se cag de miedo de tal manera que la mierda mezclada con la sangre le chorreaba pantalones abajo; Zgustov, esc. 34-, en boca de un alienado o enajenado, de un pnfilo ms all de la risa y el llanto, lejos de la stira unidireccional del agelasta y prxima al vitalismo del gerotlogo que ve en la sangre una muerte preada de vida, y que rehabilita al antihroe Y cuando el avin se estrellaba y se haca pedazos, como les ocurra a veces, el primero que sala de entre los restos era siempre l, El valeroso soldado Schwejk maneja aeroplanos; El valiente soldado fue el nico de todo el arsenal que sobrevivi a la catstrofe, El valeroso soldado Schwejk aprende a manejar el algodn plvora-, un vivo que sale siempre a flote su obediencia debida es de/vida- y superviviente nato su/misin es regresar a la cervecera: cuando acabe la guerra a las seis de la tarde!-, con la ms absoluta falta de sentido de culpabilidad y la exencin de responsabilidad moral que da cumplir rdenes sin valoracin ni juicio crtico, haber cumplido la misin encargada y la satisfaccin que proporciona el deber cumplido y cualquier otra interpretacin apunta ms a la intencin del autor que al ingenuo Svejk-. Y ello con la misma fortuna de las historietas de las tiras cmicas de su amigo Lada director de la revista Caricaturas, donde vieron la luz las 5 primeras aventuras en 1911- o la inconsciencia del personaje de encefalograma- plano de los dibujos de animacin, y una existencia sub specie belli, campo abonado para el humor escatolgico de letras y letrinas- por la alegre materia de un borrachn bebi como una esponja y su cara redonda y bonachona resplandeca de contento-, de glotn come-knedlky de la panza nace la chanza- y tragaldabas albndigas grandes como ruedas de carro, que el buen Schwejk sola engullir con placer indescriptible- ajeno a las otras llamadas de la carne, con la euforia destructiva del mundo arcaico y en pos de la Utopa de la Abundancia. SVEJK o LA FASE ORAL. DE BUENO, TONTO. TONTO? BUENO, BUENO... -Bastara con que los alcaldes mandaran coser en las camisas de estos cretinos el nombre de su lugar de origen, y as se podra enviar enseguida a estos desdichados a casa por la va de urgencia, con lo que nos ahorraramos todas estas martingalas, papeleos y pesquisas1 Egon Erwin Kisch, De calles y noches de Praga, Huspedes de la Polca Un idiota, sntesis del dostoievskiano prncipe que no es lo mismo un buen soldado que un soldado bueno- y del folcklrico Honza popular checo, en compulsiva fase oral que traga y deglute -y lanza perdigonadas o vomita- y se re y habla sin parar, en checo, su nica lengua e idiota es, etimolgicamente, quien slo conoce su idioma-, blb en la torre de Babel imperial austro-hngaro sin ms bibliografa que la Biblia, posedo por una charlatanera digresiva de anecdotario de cervecera, por esa logorrea de la parodia propagandstica que le contagiara enfermedad de transmisin oral- su autor, amigo de la logomaquia de farragosas parrafadas en la que se ensartan, como cuentas -o cuentos- de un collar, casos de errores judiciales en los que se satiriza implcitamente la Justicia y cosas desternillantes en dilogos unidireccionales a travs del telfono en la II Parte que se diran precursoras del humor del absurdo de un Gila, palabristas-por decirlo en una sola- o pbitel, palabra inventada por Hrabal, para llamar a unos parlanchines que hablan por los codos intentando impedir alguna situacin peligrosa o desagradable. (...) otro pbitel es el aparente payaso y luntico Svejk, el buen soldado, protagonista de la clebre novela de Hasek, (...) Los pbilet son personas visitadas por la inspiracin, que se comportan de una manera en apariencia desaforada y alocada, que hablan demasiado y dicen frases que parecen absurdas y tontas, escribe Zgustov, en Los frutos amargos. Un espabilado que conjura la inmadurez y el miedo con una melopea a tontas y a locas. HASEK Y SVEJK, UA Y CARNE (DE CAN) As, pues, ya desde su nacimiento el valeroso soldado Schwejk tendra por principal atributo la estupidez: una estupidez a prueba de bombas, redonda y perfecta al extremo de llegar a plantear en algn momento la pregunta de si tanta estupidez en un solo hombre no habra de ser en el fondo la ms hbil de las aagazas. Pero la pureza estpida de Schwejk est ms all de toda duda: es el fiel reflejo de la del mundo que le rodea. Otra cosa es el uso que de ella hace Hasek. Jos Manuel Fajardo, La epopeya del soldado Schwejk El hombre quisiera ser un gigante y en cambio es una mierda. Yo me salgo con la ma, amigo, porque soy un idiota. Jaroslav Hasek Hay, en definitiva, entre la vida y la obra de Hasek una relacin de retroalimentacin pantagrulica-, de tal manera que autor y personaje se nutren mutuamente y beben y nunca mejor dicho- uno en las fuentes del otro durante algo ms del 2 decenio del XX. Baste considerar, como ejemplo prototpico, la propensin de ambos a la desercin o a pasarse a las filas del enemigo. Paso a travs del espejo que inicia Hasek entregndose a los turcos en su peregrina cruzada paneslava en los Balcanes, al que imita el protoSvejk del ao 1911 el valeroso soldado Schwejk desert. Para poder seguir sirviendo a su Majestad Imperial haba tenido que escapar del cuartel, El valeroso soldado Schwejk y el superarbitraje-, sedicin militar que protagonizar el soldado Hasek que ya haba conocido la crcel por hacerse pasar por agente del espionaje ruso en Praga- en la Gran Guerra, al desertar y pasarse al frente ruso zarista y, despus de Octubre de 1917, a las fuerzas revolucionarias bolcheviques en cuyas manos caer prisionero Era la mejor manera para ganarse una orden de arresto por parte del mando checoslovaco, afirma Ripellino-, detencin que logra Svejk en la s/edicin definitiva de sus aventuras al ser tomado por un prisionero ruso Schwejk como prisionero ruso en Continuacin de la gloriosa catstrofe-, cerrando el ciclo de carnavalizacin catica/tatica del Otro con la permutabilidad del efectivo tctico individual definicin tcnica de soldado-, a uno u otro lado de las trincheras, en el absurdo de las guerras intercambio de prisioneros de sus propios ejrcitos-, tal y como lo denuncia el internacionalismo proletario de Hasek. Aunque esa misma tendencia al Carnaval permanente fuera de la temporada oficial- se da en el mimetismo con que autor y personaje, y viceversa, una vez arrancados de la barra de la taberna, se las ven con la topografa castrense plantndole el detonador del humor del humo de su pipa de porcelana- al explosivo barril de cerveza de su panza. UN TAL LUKAS o A LA FUERZAN ALISTAN Paciente 4 Tambin tuvimos aqu a un epilptico que siempre deca que un ataque solo no le molaba, de modo que finga diez ataques al da. Monika Zgustov Las aventuras del soldado Svejk, Escena 15 Un paciente Tengo dislexia, doctor. Doctor As que dislexia, eh? Es puetera la dislexia! No se preocupe, la curaremos. Lavado de estmago, quinina, lavativa y sbanas empapadas en agua fra para el dislxico. Monika Zgustov Las aventuras del soldado Svejk, Escena 16 Doctor Calle, coo! Lo sabemos todo acerca de usted. El pcaro quiere hacernos creer que es un idiota. No, Svejk, usted no es ningn idiota; usted es listo, astuto, usted es un canalla, un impostor, un sinvergenza que hace cualquier cosa por no ir a la guerra. Ir al frente y all le ensearn que la guerra no es un cachondeo! Y ahora, la lavativa! Monika Zgustov Las aventuras del soldado Svejk, Escena 19 Si, a pesar de su voluntad declarada de servir a su Majestad Imperial tiene usted el hgado dilatado y una degeneracin grasa del corazn. Est muy enfermo. Tenemos que licenciarle-, y hacer frente a las suspicacias por parte del estamento militar Farsante yo! Yo me encuentro estupendamente (...) -, Schwejk es licenciado finalmente por un tribunal militar en 1911 en la aventura del superarbitraje-, lo que lo llevar a desertar con la consiguiente pena de calabozo-, el propio Hasek, que ya el mismo 1911 visitaba el manicomio por una tentativa de suicidio, conocer la crcel tras haber sido expulsado del Ejrcito y, cuando intenta ser declarado intil por epilepsia para no acudir al frente Hasek dixit-, ha de aceptar voluntariamente alistarse para salvar la vida, sirviendo como ordenanza a un tal teniente- Lukas, homnimo del oficial a quien servir el ordenanza Svejk en su di/versin definitiva, exento por idiocia y, aun as, voluntario para examen mdico, primero, y hacia su ingreso en el manicomio acto seguido nuevas suspicacias-, y de donde lo rescatar el capelln militar, un tal teniente-Lukas, como monaguillo y/u ordenanza y con quien se ver condenado -por fin- a dirigirse al frente por dedicarse a robar un perro para su superior en una prueba ms de obediencia debida- a su coronel, fiel a una debilidad del propio Hasek y a la que aludir el voluntario Marek, en Svejk-. Cuartel, Manicomio e Iglesia constituyen las estaciones de esta epopeya en prosa -con mucha prosopopeya- y donde el biografismo fantstico de Hasek las diversas versiones de su muerte, por ejemplo- en sus Relatos de Bugulma y la verosimilitud costumbrista de la ficcin de Svejk antes y despus de la 1 Guerra Mundial- se con/funden en una vida imaginaria, en una imaginacin vivsima de la que sola/mente pervive la escritura. Hasek remeda al Svejk preblico pero es remendado a su vez por el Svejk postblico, componiendo una relacin dialgica entre ambos, dinmica y cambiante mascarada de un original personaje que es borrador de la persona y sta, a su vez, mascarn de aqul, marioneta de tamao natural de un titiritero, pas/marote de un ventrlocuo vocinglero, flemtico no hay ms que ver su flema-, fumador empedernido y tabernario de mala reputacin, capaz de hacer de s mismo una caricatura del tabanque cutre del Imperio con la creacin del sarcstico y desternillante Partido de la Cerveza, que a diferencia de la stira unidireccional del poderoso es altavoz de la risa liberadora de los de abajo-, sagaz autor de toda una saga- y atrabiliario, mamarracho de un muchachn esbozado en el dibujo de Josef Lada, muy lejos de la cadencia del vals y la decadencia de Viena. DES/ INTEGRARSE EN LAS FILAS o SLVESE QUIEN PUEDA y HASTA LUEGO, LUKAS! -Viva la casa de Austria! Imperio, Imperio! Avanza, avanza! La vida y hechos de Estebanillo Gonzlez, hombre de buen humor, compuesta por l mesmo Por all viene hacia m con puntualidad militar y a paso ligero un soldado voluntario. (...) Ahora el brillo de las estrellas se ha desvanecido, ha empalidecido el de los zapatos, el cuello se ha arrugado, la gorra es el reglamento mismo, el uniforme ha perdido su colorido y es gris y soso como la niebla matinal y como las espesas nubes de polvo que ascienden de la escoba de los barrenderos. La mirada del discpulo de Marte, que tan altanero y victorioso se senta a las dos de la maana, es ahora cansina y envidiosa, (...) Egon Erwin Kisch, De calles y noches de Praga, El despertar de Praga Un recluta patoso, fantoche de la instruccin, monigote regocijante y patn epatante, mentecato socarrn, intil total -valiente imbcil!-, carne de calabozo y bravo tonelete de cerveza, Svejk es el desdoblamiento en el espejo deformante del bravucn bufn del Imperio, el fruto amargo de la doble visin de Hasek, dipsmano de oblongo abdomen y sablista que da el sablazo a un amigo con la alegra con que Svejk saca brillo al sable-, pareja de hermanos siameses de un ejrcito simbitico de liberacin nacional checo las buenas obras del autor mano a mano con las torpes maniobras del personaje soldado-, y entre quienes se da un trasvase vaso a vaso- de identidad, una transfusin de lenguaje, una transmisin recproca del don de lenguas y transustanciacin del don de gentes y un intercambio mutuo de su experiencia vital y derramamiento de negra tinta y rubia plsen, u oscuro /bolo fecal tinto en sangre y vodicka amarilla herldicos colores imperiales negro y gualda en el cartel anunciador de la 1 edicin de la novela-, ua y mugre de cervecera, inocencia bautismal de un sandio y mala baba de un bohemio bohemio de mal beber en un juego de complementarios, ambigedad naf por partida doble del regular reglamento disciplinario militar y de la insana vida partisana-, que hermanan realidad y ficcin, que reconcilian autor y actor, que identifican la vida y obra, porque si el arte imita a la vida a travs de un espejo realista instalado en el camino, no es menos cierto que en la siguiente vuelta del camino el arte imita a la vida en la recreacin de las vanguardias histricas y que, ms all de la ltima vuelta del camino, tras el bucle final de la espiral de la vida, los hermanos bohemios Haseh y Svejk, hijo prdigo y juglarn ambulante y prodigioso -que ya siendo respetable empleado de banca trocaba historias por bebida en tugurios de mala muerte-, cachazudo y capitidisminuido nio tonto de la mano de un nio prodigio, prfugo de s mismo, desertor de la checa de su vida y en fuga permanente del enchiqueramiento del ser, se confunden en el fundido en negro de la errancia sin fin de una vieta del Orbis sensualium pictus de Jan Amos Komensk, peregrinos en su patria a travs del Laberinto del mundo y paraso del corazn de su antecesor renacentista, Hasek y Chvk al fin del mundo (en versin teatral de Wladylaw Znorko, para Cosmos Kolej, con Un final Posible para la novela de Jaroslav Hasek). PERA BUFA EN EL GRAN TEATRO DE OPERACIONES DEL VIEJO MUNDO o LA CONJURA DEL NECIO Por ese mismo puente llevaron entre dos funcionarios a otro Josef, imaginado por otro habitante de Praga que fue coetneo de Kafka. El encuentro entre Josef K. y Josef Svejk sobre el Puente de Carlos tiene lugar en otra realidad, ms all de la constelacin literaria proyectada su primer acto podra tener lugar en una taberna llena de humo, donde Kafka escucha divertido los grotescos discursos polticos de Hasek- all donde por comn acuerdo entre los poetas se admite que los protagonistas adopten el papel de extras y los verdugos acompaantes se conviertan en primeras figuras; de este modo, Svejk y Josef K. se veran libres del programa que en un principio les habra sido destinado. Libuse Monkov, Pavana para una infanta difunta (a Hrabal) Le inspira Hasek, pero tambin Kafka, sus dos jeroglficos que intenta resolver en distintos lugares de Praga: a Hasek en las cerveceras, a Kafka en las catedrales, en las canteras, en los castillos, en el laberinto de las callejuelas de la antigua ciudad. Al igual que en Hasek o Kafka, la irona y el humor de la horca, es el estado de nimo central de sus libros. Monika Zgustov, Los frutos amargos del jardn de las delicias Pero si Simplicissimus en su inocencia se horroriza del espectculo de la guerra, Schwejk, con su acreditada estupidez, lo que hace es poner de manifiesto, al acomodarse a ella, la estulticia del engranaje militar y el ridculo y absurdo entramado sobre el que se levantan las soflamas patriticas. Jos Manuel Fajardo, La epopeya del soldado Schwejk Este simpln primo no demasiado lejano del Simplicius Simplicissimus de H. J. CH. von Grimmelshausen-, chusco y chocarrero, cantante y sonante, y corriente y moliente, que mira el mundo desde un insultante optimismo irreductible y el svejkaviorismo ser su punto de vista caracterstico-, hijo putativo de Hasek -fruto del amor de la cerveza en jarras y la salchicha con mostaza-, con su pacfica careta de pan nada pacifista- frente a al antifaz de la mscara antigs desprendiendo un gas hilarante antifascista que sera el antdoto de las cmaras de gas-, compadre virtual del poco virtuoso Jaroslav Hasek, acto teatral- reflejo de su irreflexivo autor en el espejo del recoge-perros de Paulov, paredro o sosias, clon/plementario desdoblado como un secreto-secrecin- a voces de s mismo, misgino al que Hasek extrajera la piedra de la locura del deseo sexual -ensueo de un santo varn casto, castrn?, autosuficiente-, es autntico precursor de la ferdidurkyana apologa de la inmadurez de un Gombrowicz, pueril tonto del barrio, ms dialectal que dialctico -pese a las tentativas de la crtica marxista de rescatarlo de su internamiento en la literatura de la enajenacin-, en un tiempo en que Musil levanta desde Viena la pera omnia de su Accin Paralela como rplica al Poder Ampliadohabsbrgico, y el judo heterodoxo Kafka emprende su pera magna en la misma Praga que servira de escenario a la pera prima del primer Svejk, y que constituir el punto de arranque si descontamos la novela corta El buen soldado Svejk es hecho prisionero, Kiev,1917- de la pera bufa de un Don Quijote de la Panza que trueca el manicomio por la accin, a diferencia del hidalgo apcrifo de Avellaneda-, un verdadero antihroe contemporneo, irrisin o hazmerrer del poco catlico protestn, ms que protestante- y gran morapio Hasek, que pone en pie, con su final inconcluso, un antisolemne hombre sin atributos. EPLOGO: LA RESTAURACIN DE TERCIOPELO. ROMPAN FILAS o ADIS A LAS ARMAS Con el buen soldado Svejk, Hasek cre un prototipo moderno del Vasek checo que se sonre de buena fe y todo lo echa por encima del hombro, y por cuya conmovedora incapacidad se va a pique todo el aparato del poder estatal, los oficiales, el sopln de la polica, el juez, su crueldad insaciable. (...) No es un proletario consciente de su clase, no es un combatiente luchador revolucionario. Es, sin embargo, (...) una acusacin feraz y horripilante, an cuando siempre muda. Johannes R. Becher El ejrcito (como yo lo he vivido) confunde la disciplina con la obediencia. (...) Una orden es una orden, el cuadro de oficiales no tiene por qu darnos explicaciones. (...) El ejrcito, apoyndose en la posibilidad de imponer castigos, slo alcanza la obediencia. La disciplina tiene su origen en una voluntad libre. (...) toda persona adulta sabe que la disciplina (lo que merece ese nombre) exige ms esfuerzo que la obediencia, la cual no surge de un inters personal y consiste solamente en comportarse con astucia para evitar ser castigado. Max Frisch, La cartilla militar Diluido, empapado, el imperialismo sovitico en el terciopelo de la Restauracin del aparente pluralismo de partidos polticos en el neonato Estado de la Repblica Checa, la tctica y estrategia- del arbitrista Hasek, que en su libre albedro propona acatar al pie de la letra la Ley, o de su lugarteniente Svejk, ordenanza obediente a las ordenanzas que en su cumplimento obediente de las rdenes provocar el mayor desorden entre sus filas un soldado que con su estupidez (tal vez fingida) provoca el caos en el ejrcito austro-hngaro, en palabras de A. Hermida de Blas en su Historia de la Literatura Eslava-, se revela/rebela como forma de cuestionarse el Poder desde sus propias contradicciones y la sumisin cumplimiento de rdenes de cabo a rabo del cabo Svejk, m/atando cabos- como una autntica amenaza para el Estado si es que ste no era un mal necesario-. La disciplina como la propone el escritor helvtico Max Frisch y pone en prctica el soldado Svejk- desenmascara el absurdo del aparato estatal, si es tal, mediante el exceso de celo, poniendo en evidencia la paradoja de sus contradicciones internas, asentado en la profesionalidad de un cuerpo funcionarial intil, incumplidor o incompetente, cuya incapacidad se enmascara so capa de resistencia y sabotaje de tanto funcionario acratn -y el Estado, bien o mal, funciona por s mismo, o gracias al entramado multinacional-, y por oposicin al voluntarismo anti-estatal que, mutatis mutandis, proclama la tarea de deconstruir este estado de cosas para construir desde su interior un nuevo contrapoder, otro ogro filantrpico en las entretelas de estados hogao liberales, y antao metrpolis imperiales, y a la Insumisin, comparsa que estimula el amejoramiento del Estado. Y as, sin ir ms lejos, el papel jugado por el movimiento de insumisos en toda Espaa desde los territorios histricos del Pas Vasco y Navarra a la confederacin hel/btica- respecto de la profesionalizacin del benemrito y humanitario Ejrcito Espaol lobos vestidos con pieles de cordero-, y su imperiosa necesidad -o necedad?, o necesidad?- de reconvertir su alternativa antiestatalista ahora en otro parche o remiendo del sistema poltico, mientras vuelve la ropa de faena como moda juvenil paramilitar -nostalgias imperiales?, o por ardor guerrero natural canalizado hasta entonces por el servicio a las armas?-, que en lugar de provocar la entropa o de precipitar el Caos, consagra el Orden. KONEC BIBLIOGRAFA BSICA FAJARDO, Jos Manuel: La epopeya del soldado Schwejk, Libros, n 39, Madrid, 1985, pgs. 10-13. FRISCH, Max: La cartilla militar, Alianza Ed., Madrid, 1984. HASEK, Jaroslav: El comisario rojo (incluyendo nuevas aventuras del valeroso soldado Schwejk y otros relatos), Ed. 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