Sección: MUSICA
Serie: ---
Título:
Supertramp - Sidonie
Autor: Roberto Gutiérrez
e-mail: maitanegm@eresmas.com

nº 29 - Junio

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SUPERTRAMP - SIDONIE

Dos grupos y dos conciertos con el único punto en común de aparecer juntos en este articulo

REFLEXIONES

En menos de un mes he podido presenciar en directo a Supertramp y a Sidonie ; los primeros son el prototipo de grupo AOR ( Rock orientado a adultos ) que viven del pasado y de sus éxitos de los setenta ; los segundos es un grupo nuevo, español con proyección internacional ( cantan en ingles ) y con unas enormes ganas de triunfar.

Los dos conciertos me gustaron pero la verdad es que en ambos tuve sentimientos encontrados que me hacen pensar e incluso meditar sobre ambos grupos.

Disfrute con Supertramp, a los que ya había visto antes, pero me resultan demasiado profesionales, llegando a sustituir, sin que apenas se note a su líder de los setenta Roger Hogdson, a base de voces clónicas por medio de mercenarios del rock, que cantan igual que el antiguo lider, que curiosamente era el vocalista en la mitad de los éxitos del grupo. El otro líder Richard Davis sigue con buena voz e interpreta magistralmente sus canciones, aunque para mi gusto es demasiado serio y ya no transmite esa intensidad que tenía en los setenta. Aprovecharon el concierto para presentar algunos de los temas del último disco que supongo pasará desapercibido dentro de su extensa discografía.

Lo expuesto me hace pensar que grupos como Supertramp son dinosaurios, casi dignos de museos, que resultan muy alejados de la juventud actual pero que siguen teniendo validez para las personas que tienen mas de 35 años y que han disfrutado en su juventud de aquella música, una música en definitiva maravillosa aunque la misma carezca de interés para los jóvenes actuales. En definitiva un concierto en que no sudó ni el grupo ni el público, el cual estaba bien aseado y la mayoría con cortes de pelo perfectos. Los setenta quedan muy lejos, una pena.

Estos sentimientos de melancolía que me invadieron con Supertramp se convierten en expectación y asombro ante un concierto como el de Sidonie. En primer lugar se trata de un grupo que combina perfectamente el electro - pop de los noventa, tipo Beck, con la psicodelia futurista, la música india y el rock mezcla de Zappa, Beatles con Suede y Oasis. De todo este collage y de mucho más aparece Sidonie, una propuesta sorprendente, con una puesta en escena curiosísima. Aquí sí hubo sudor y mucho, aquí el público estaba en total sintonía con el grupo y el ambiente era eminentemente festivo y bastante alcohólico en algunos casos. La apología de la vida alegre y las continuas referencias a las drogas, por el grupo, se contemplan desde la barrera por un oyente adulto que ve en dichas proclamas más un acto infantil que un acto reivindicativo, pero no obstante yo no soy nadie para criticar unas formas de diversión, donde cada uno llega hasta donde quiere y que se llevan practicando constantemente en los últimos cuarenta años.

SUPERTRAMP EN CONCIERTO

La cita fue en Vitoria, en un enorme recinto, el Buesa - Arena, lugar donde juega al baloncesto uno de los mejores equipos del mundo, el TAU - BASKONIA. La entrada no fue numerosa, algo más de cinco mil personas y el público estaba formada por una ordenada masa de mediana edad, alrededor de cuarenta años la mayoría. Nadie empujaba a nadie y la gente se movía poco y tranquilamente. En ningún momento se alcanzaron momentos de éxtasis o de emoción hipnótica pero también es verdad que nadie salió descontento. No hubo sudor pero si sonrisas de complicidad cada vez que se escuchaban los éxitos del “ Breakfast in América” o del “ Crime Of The Century”.

La puesta en escena fue buena, no abusaron excesivamente de los efectos especiales, aunque si obsequiaron al público con la película del tren, que aparece en la canción “ Rudy” ; hubo incluso un detalle de humor ingles, al reproducir de forma real la portada del “ Crisis”, mientras sonaba una canción de dicho disco.

Richard Davis estuvo más comedido que en anteriores, ocasiones aunque sigue manteniendo intacta la voz y también su maravillosa forma de tocar el piano. La sección de viento estuvo discreta ya que solo estaba su miembro original, que aún no se ha quedado calvo, el cual tocó también fenomenalmente el saxofón y el clarinete. Había mucho músico mercenario que lo hicieron bien, quedándose el guitarrista un poco en segundo plano, aspecto que no me gustó. Las voces de su antiguo miembro Roger Hogdson, fueron sustituidos por los mercenarios casi con una fidelidad clónica, digna de hermanos vocales siameses. El repertorio se centró esencialmente en sus temas de los setenta, sonó “Anothers Man´s Women”, menos agresiva que en otras ocasiones, también disfrutamos con “School”, “Rudy” y la versión caliente de “Bloody Well Right”, donde Supertramp se interpretaba a ellos mismos, como si estuvieran en el año 1975. Me sorprendió lo bien que cantó Davis “ Goodbay Stranger”, fenomenalmente interpretada, también sonó “ The Logical Song”, ahora cantada tristemente por un mercenario, al igual que “Give Little Bit”. Durante el concierto metieron algún tema de su último disco “ Slow Motion”, destacando la fenomenal “ Thenth Avenue Breakdown”, un tema que es lo mejor de su última grabación. Acabaron igual que llevan terminando en los casi últimos treinta años, con “ Crime Of The Century”, aquí incluso algunos se emocionaron y todos aplaudimos, fin del concierto, salida ordenada y vuelta a casa. La verdad es que más no se puede pedir, hasta la próxima Supertramp, si es que hay otra.

SIDONIE EN CONCIERTO

La cita fue en la sala de Vitoria, “Helldorado”, con capacidad para alrededor de quinientas personas, por supuesto estaba prácticamente a rebosar y el público era eminentemente juvenil, aunque en esto del Rock siempre se cuela un buen grupo de maduritos, entre los cuales me incluyo.

El concierto fue bastante loco. El grupo lo mismo tocaba que dejaba de tocar y se ponía a bailar. Lo mismo aparecían a pecho descubierto con pelucas afro que hacían un show donde uno se vestía de tejón, otro de tomate y entre todos sodomizaban al batería que iba de pantera rosa. El batería a veces aparecía con gorra de militar y cazadora de cuero, dejando una máquina enchufada para dedicarse a bailar a lo Iggy Pop, de manera convulsiva. El bajista, que tocaba fenomenalmente, también tocó el sitar, dedicando dos de los temas a George Harrison y a Brian Jones. Me quedé estupefacto cuando señaló que debíamos acostumbraron a que Brian Jones ya no esté con nosotros, cuando resulta que Brian murió antes que ellos naciesen en el año 1969, en definitiva una locura. Hubo incluso versiones, me gustó el toque glam que hicieron tocando el “Get it On” de T REX, de su mejor disco, “Electric Warrior”, mezclado con el “It´s Only Rock And Roll” de los Stones.

Al grupo le gustaba hablar con el público y proclamar su afición por substancias que no cumplen la normativa legal establecida, lo cual hacían en complicidad con los oyentes. Diversión hubo y música también. Desarrollaron su primer y único CD con una maestría excepcional ya que a pesar del descontrol, tocan muy bien y con mucha personalidad. Me gustó la guitarra wha wha y los arreglos del bajista, contando también con un batería excepcional. Las voces las ponen tanto el bajista como el guitarrista y ambos son muy buenos.

El estilo es casi una simbiosis de la historia del Rock, de los sesenta hasta ahora, ya que había momentos de psicodelia, mezclada con electrónica y bases house, para pasar a guitarreos machacones de los setenta, mezclándose con las voces de los Byrds o de Paul Mackartney, sin olvidar la chulería del Glam y de Marc Bolan, haciendo también guiños al indi - rock, al funk y al garaje, en definitiva todo un espectáculo.

Me gustó mucho “Feelin Down 01”, “Sidonie Goes To Varanasi” y “Ahora Entiendo a Gene Clark”. Mientras haya Sidonie hay esperanza. ¡ Cómo será su show después de treinta años !.