Sección: OPINION
Serie: ---
Título:
De leones, monos y hombres
Autor: Luis Arturo Hernández
e-mail: luisar@espacioluke.com

nº 25 - Febrero

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Ahora que Ben Laden ha dejado de dar guerra, al mulá Omar parece habérselo tragado la tierra, el videoclub saudí Algeciras –Al Yazira- ha dejado de ofrecer más novedades –a la espera del estreno de “Todo sobre Ben Laden”, que ha a ser una bomba, y además de verdad-, todos los diarios norteamericanos parecen más bien presidiarios del alcaide y presidente, cualquiera que navegue por la Red es sospechoso de pertenecer a la “red” por antonomasia –Al Qaeda-, el muladí yanqui –con su kefia y kalashnikov- ha vuelto al hogar –su madraza-, recitando versículos coránicos tras los pasos perdidos del converso subcomandante Malcolm X, y sus correligionarios visten en la base de Guantánamo la chaqueta naranja –mecánica-, la camisa de fuerza de presos recalcitrantes de alto riesgo.

EL HOMBRE QUE TENÍA RAYOS X EN LOS OJOS VERSUS MALCOLM X

Como en la conseja oriental de los tres simios mudos, sordos y ciegos, los prisioneros talibán se ven forzados a enfundarse la burkha anaranjada y a tragar su propia medicina en este acto –que los anglosajones calificarían de justicia poética- que los preserva a su vez, con cilicio de espino y tierra por medio, de la tentación de la guantanamera, guajira guantanamera, vigilados por “El hombre que tenía rayos X en los ojos”, meros títeres de pin-pan-pun obligados a seguir el viaje interior inverso al de la ejemplar Helen Keller, la niña ciega, sorda y muda que gracias a su tesón y tenacidad consiguió llegar a hacer una carrera, tal y como la representa en escena el grupo teatral vitoriano Panta Rhei en su última obra -“Helen”-, conjurando la actual epidemia del “no ver, no oír, no hablar”.

Mientras se propaga la plaga del siglo y la crueldad de las fieras –homo homini lupus- se adueña de la faz de la Tierra, poseída por “el sueño del mono loco”, alguien esperará a un mesías del futuro desde el subterráneo –del termitero exterminado-, ¿a un Osama? –aún Osama, todavía os ama-, que, como Bruce Willis en la ficción de Terry Gilliam, dé con los “Doce Monos” del experimento responsable de este exterminio del ser humano.
Y, entretanto, España manda a cuatro monos a desfacer los entuertos que no han dejado tuertos, sordos y mudos -o cojos-, a los afganos de a pie, recogepelotas del gran partido que el campeón mundial jugó contra la pareja Osama-Omar en pista de tierra a/batida.

MARJAN, EL LEÓN TUERTO VERSUS CLARENCE, EL LEÓN BIZCO

Ahora que ha estallado la paz, ya puede morir tranquilo, tuerto y cojo como un mulá o un Millán Astray, con prosopopeya de señor de la guerra, rey de la selva símbolo regio del poder del derrocado Mohammed Zahir Shá, Marjan, el león del zoológico de Kabul, que ha sido mudo testigo de 25 años de guerra, injusticia y privación de libertad, triste gloria que seguro hubiera trocado por la de Clarence, el león bizco de la serie Daktari.